Los informes preliminares de la Contraloría General de la República (CGR) tras el examen de correspondencia de los bienes del “Clan Fretes” sigue mostrando revelaciones contundentes.
En este caso, el estudio del ente de control se centra en las Declaraciones Juradas (DDJJ) de Asdrúbal Fretes Valenzano, uno de los hijos de Antonio Fretes, exministro de la Corte Suprema. Asdrúbal Fretes ingresó en el 2008 a trabajar como funcionario del Ministerio Público, según los registros oficiales.
En su primer año como funcionario, su sueldo mensual era de G. 2.724.900. A partir de 2015, su ingreso al mes pasó a ser de G. 6.500.000, según su último informe presentado ante la Contraloría, que data de septiembre de 2016.
El examen de correspondencia estudia y compara siete DDJJ de Fretes Valenzano de diferentes años (2008, 2015 y 2016), analizando sus ingresos mensuales, sus gastos e inversiones, de tal forma a determinar si lo que se muestra guarda relación con lo que ha ganado como empleado estatal.
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En ese sentido, lo de Asdrúbal Fretes Valenzano expone un descomunal crecimiento patrimonial, que llega a los G. 2.429.063.981. Esta suma se desprende de inversiones que ha realizado el hijo del exministro en bonos bancarios, compra de inmuebles, vehículos y principalmente con el aumento de participación accionaria en empresas privadas que forman parte del “clan Fretes”, cuyo principal referente es su padre, Antonio Fretes.
Inversiones de Asdrúbal Fretes que no figuran en sus Declaraciones
Lo que el examen de correspondencia de la Contraloría encontró es que Asdrúbal Fretes, además del astronómico crecimiento, no hizo figurar estas inversiones en su declaración jurada. Por ejemplo, no aparece una cuenta de ahorro a plazo en el banco Visión, por G. 140.000.000.
Tampoco figuran colocaciones de capital en el sistema financiero, como compra de bonos en el Banco Continental, por G. 500.000.000, y también una cuenta abierta en este mismo banco, por G. 21.202.836.
El hijo del exministro tampoco consignó participación accionaria en Tebicuary Campos & Hacienda SA, por G. 750.000.000, una empresa vinculada con el “Clan Fretes”. Lo mismo ocurre con Río Salado SA, donde Asdrúbal primero tuvo acciones por G. 1.000 millones y luego aumentó a G. 2.100 millones que no figuran en sus DDJJ.
Igualmente, no aparece una participación accionaria de G. 100.000.000 en Ahoraité SA.
Todas estas inversiones de Asdrúbal Fretes fue teniendo como promedio de ingreso los G. 6.500.000 que mensualmente recibía como sueldo en el Ministerio Público, según el informe de Contraloría.
Asdrúbal, testaferro de su padre Antonio Fretes
Los documentos de la CGR indicarían que el extitular de la Corte, Antonio Fretes, usó a su hijo, Asdrúbal, para esconder sus acciones en la empresa Tebicuary Campo y Hacienda.
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Antonio Fretes hizo figurar que vendió por G. 500 millones su participación accionaria en dicha empresa a su hijo Asdrúbal en agosto de 2019. Sin embargo, no existen documentos que respalden dicha transacción.
La pareja también “creció”
Adriana Florentín Oliver, pareja de Asdrúbal Fretes y nuera del exministro Antonio Fretes, funcionaria del Poder Judicial, también tuvo inconsistencias en los exámenes de correspondencia de sus declaraciones juradas, según informe de la Contraloría General de la República (CGR)
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Una de las observaciones tiene que ver con la sustentabilidad patrimonial de Adriana Florentín, que arrojó un resultado negativo de G. 149 millones.
Es decir, la nuera de Fretes tuvo un crecimiento patrimonial por dicho monto que no estaría bien justificado.
Florentín Oliver figura como empleada del Poder Judicial desde el 2014 y comenzó siendo técnico administrativa, con un salario de G. 4.500.000 mensuales.
Desde 2015, su sueldo aumentó a G. 7.000.000, cuando pasó a ocupar el cargo de relatora judicial. Actualmente, su ingreso mensual en el Poder Judicial llega a los G. 12.000.000, según planillas de los funcionarios.
Adriana Florentín, accionista de una de las empresas del clan Fretes
Florentín Oliver aparece como accionista, nada menos, de la empresa Ahoraité SA, en la que aparecen también su suegro y esposo. Según el informe de Contraloría, la mujer tiene una participación accionaria de G. 230.000.000, pero hizo figurar en sus Declaraciones Juradas que tenía G. 200.000.000.
Tampoco declaró que posee dos vehículos y un inmueble, además de varias cuentas bancarias, según la CGR.