El “estado profundo”

La frase del título es una traducción libre de la expresión norteamericana “deep state” que identifica al poder fáctico que opera tras la formalidad democrática pero en contra de ella y que ahora está siendo puesta en evidencia por el presidente Donald Trump como nunca antes se había hecho.

audima

Para sintetizarlo brevemente, el “deep state” norteamericano fue insinuado ya por el también republicano presidente Dwight Eisenhower (“el complejo militar industrial que pone en riesgo la democracia”) y desde aquel 19 de enero de 1961 no hizo más que crecer y desarrollarse hasta articularse últimamente en el Foro Económico Mundial con el que comparte agenda y objetivos.

Esta semana que pasó permitió al mundo entero conocer a uno de los más temibles tentáculos del “deep state”: USAID (“United States Agency for International Development), una entidad creada con fines aceptables que se convirtió en el más importante vehículo de los mencionados agenda y objetivos.

Tanto que el secretario de Estado norteamericano denunció formalmente que USAID hace tiempo dejó de responder a las autoridades elegidas por el pueblo norteamericano para implementar instrucciones del poder fáctico y del Foro.

USAID implementó en nuestro país esa agenda y objetivos antidemocráticos. Alimentó una red de “organizaciones no gubernamentales” (ONG/OSFL) que copó, copó en serio sin mandato del pueblo y no como sus agentes proyectan la acusación contra Honor Colorado, todos los poderes de nuestro Estado, copamiento desde el que dicha red gobierna sin votos y en contra del pueblo.

Los documentos que están siendo publicados son enormes y cuantiosos. Los cipayos que en nuestro país han estado complaciendo a USAID en contra del Paraguay y de los paraguayos están todos mudos, calladitos, agazapados pensando en cómo superar el mazaso que les está propinando Trump.

Los cómplices de USAID en nuestro Paraguay operan en la Corte Suprema de Justicia, en el Ministerio Público, en la Contraloría General, en la Policía, en el Banco Central, en los ministerios del Ejecutivo, en el periodismo, y un largo etcétera que conforma el verdadero copamiento de nuestras instituciones para encaminarlas, completamente al margen de la voluntad popular, en la dirección pretendida por estos fascistas.

La intención que tienen es permanecer usurpando el poder a pesar de que Trump los dejó al descubierto, razón que explica el silencio sepulcral con que encubren todo este escándalo en nuestro país, a pesar de que es el mayor escándalo del Siglo XXI.

Sería bueno que el Centro de Información y Recursos para el Desarrollo (CIRD) o Semillas para la Democracia muestren ahora si tienen o no el compromiso con la transparencia que alardean cada vez que pueden y publiquen cómo es la red de poder que USAID tejió y que ellos conocen mejor que nadie.

evp@abc.com.py

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