En Ucrania, la IA se ha convertido en un elemento crucial para decisiones estratégicas, anticipar movimientos logísticos y manipular información en línea. Matthew Ford de la Universidad de Defensa de Suecia -citado en un artículo de Jeremy Wagstaff denominado “Un nuevo modelo de ejército”- destaca que la IA se utiliza no solo en la construcción narrativa del conflicto; también muestra cómo la guerra ha acelerado la transformación de tácticas y procedimientos, reflejando una compleja capa digital sobre el conflicto físico.
En esta línea, Ucrania aprovechó las vulnerabilidades en las comunicaciones rusas, usando IA para decodificar y traducir información, dándoles una ventaja estratégica. En contrapartida, cuando las fuerzas rusas interferían electrónicamente a los drones ucranianos, los desarrolladores de IA crearon soluciones para superar estos desafíos, mostrando la interacción fluida entre tecnología y confrontación.
A estas alturas es más que sabido que el uso de drones kamikaze en Ucrania ha revolucionado el campo de batalla. Aunque los principios tecnológicos operativos de los drones siguen vigentes, su combinación con la IA ha transformado su papel en conflictos modernos. Ucrania ha innovado diversificando modelos y empleando IA para identificar amenazas invisibles, como el Saker Scout.
El enfrentamiento subraya la importancia de los datos en la guerra moderna, acompañando a los ciberataques. Ucrania transformó apps civiles en herramientas militares usando inteligencia satelital y datos hackeados, sostienen los expertos.
La aplicación de la IA en conflictos bélicos es la tercera pata del trípode de la lucha por el poderío mundial. Por otra parte, mientras ingenieros, programadores y especialistas en el área corren a velocidad de la luz. Las potencias todavía mantienen la “amenaza tradicional” latente con el desarrollo de armas nucleares como estrategias de presión ideológica, geopolítica pero por sobre todo económica sobre el mundo.
* Marta Escurra posee un doctorado en Defensa Desarrollo y Seguridad Estratégica (IAEE).