Llamativa ausencia

Con notable éxito se desarrolló aquí la Asamblea General Ordinaria de un bloque regional que nuclea a intendentes municipales y empresarios del Mercosur y otros países asociados como Chile, Bolivia y Ecuador. Un conglomerado que busca expandir el desarrollo económico, social, cultural, deportivo, entre las comunidades que integran una vasta región geográfica que se extiende casi por todo América del Sur. En rigor, siete de los 12 países de esta parte del continente están integrados en el bloque.

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La Asamblea deja una serie de conclusiones interesantes: Encarnación, por su infraestructura, conectividad, calidad de servicios, es una ciudad ideal para el turismo de reuniones, un rubro que va creciendo aceleradamente estos últimos años, con una leve pausa forzada por la pandemia del covid-19.

Durante las deliberaciones se enfocaron aspectos que hacen a la problemática común de los pueblos fronterizos, que son las barreras burocráticas que instalan los gobiernos, y tienen un impacto más que negativo en el intercambio económico y social.

La seguridad en las fronteras es –y debe ser– una preocupación de los gobiernos nacionales. Eso no se pone en discusión. Pero no siempre la excesiva democracia que se aplica en los puntos fronterizos es sinónimo de eficiencia. El contrabando de bienes y hasta de personas fluye como agua de manantial, y no precisamente por los puntos de control en las fronteras.

Temas como la Ruta Bioceánica, la Ruta del Maíz, y las posibles acciones y gestiones que se puedan impulsar desde el sector privado, en alianza con los gobiernos locales, los municipios de estos países afectados, para que estos megaproyectos puedan finalmente llegar a término, no solamente en su parte de infraestructura vial, sino, y volvemos a lo mismo, en las adecuaciones necesarias para que la burocracia no sea el freno a estas iniciativas.

Desde el punto de vista que se lo mire, fue un encuentro provechoso para los asistentes al foro, para la ciudad y para el país, que asumen un rol protagónico en el interés de empresarios de la región.

Se notó, sin embargo, cierta ausencia del sector empresarial itapuense y de las autoridades comunales, salvo los intendente de Fram, Daniel Tkachik, uno de entre los 30 intendentes del departamento, y el de Naranjal (Alto Paraná).

Una ausencia llamativa, en un espacio propiciado precisamente para que las autoridades locales y los propulsores de la economía discutan sobre problemas comunes, y para que busquen propuestas consensuadas a tales cuestiones.

Entre bambalinas se supo que la motivación pasó por una cuestión cromática. Si ese fue el punto, habla muy poco del nivel de compromiso de cada quien con la comunidad a la que representa.

jaroa@abc.com.py

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