Este el libreto que el cartismo ha impuesto en nuestra constantemente amenazada Democracia. Sus perifoneros, entre ellos los integrantes de la mal denominada Comisión Bicameral de Investigación, siguen al pie de la letra los pasos, pese a que ya quedaron expuestos y en completo bochorno.
Así al menos se concluye a partir de lo acontecido el jueves último cuando se desmontaban las repetitivas mentiras para salpicar en casos de supuesto lavado de dinero al grupo ABC.
Lo cierto es que con documentos todas cayeron. Los integrantes de la que si merece llamarse comisión garrote quedaban mudos en gran parte de sus intervenciones ante las abrumadoras explicaciones.
Y para no ser tan evidentes insistían con preguntas que parecían enviadas y pre-elaboradas porque en un momento dado hasta cometieron un sincericidio, que no leyeron las carpetas fiscales.
El compromiso de los invitados fue seguir respondiendo y ante otra cualquier duda buscar todo documento en pro de la transparencia. Sin embargo, el senador expulsado del PLRA y presidente de esa comisión, Dionisio Amarilla, usando sus redes sociales buscó desmentir que quedaron al descubierto que seguían un plan.
Tanto que elaboró tres puntos que, según este legislador, no sé contestaron. Uno era sobre las operaciones de Biobras SA, el otro sobre negocios de Nicolás Leoz y el tercero sobre Fideicomiso IPS.
Lamentablemente a este bravucón parece que la próxima hay que llevarle un pizarrón porque todo eso que volvió a puntualizar -buscando retomar claramente el libreto que le habrían ordenado seguir- se re explicaron ante las mismas preguntas que hicieron en orden los integrantes de la comisión garrote.
Llama mucho la atención que ante tremenda bofetada de información y documentos los de la “CBI” pretendan seguir. Más aún cuando horas antes de explicaciones certeras estuvo frente a ellos el abogado de la Conmebol, Claudio Lovera, buscando cumplir el rol para el cual aparentemente se lo contrató atacar al grupo ABC.
Lo irónico es que Lovera es el que está sufriendo de una peligrosa y grave amnesia (de la cual Amarilla acusó a los directivos del Banco Atlas). Y es que este abogado se “olvidó” de los fondos que supuestamente busca recuperar la Conmebol y que sí son de origen poco confiable. Estamos hablando de más de 27 millones de dólares SOLO en tres fideicomisos bien detallados en un informe de inteligencia de la Seprelad. Tampoco se acordó de depósitos millonarios al otro lado de la cancha.
¿Es olvido o complicidad? Sería interesante que el remedo de raza aria vea estos puntos que sí son alertas claras y documentadas de supuesto lavado y no sólo siga un libreto bochornoso.