El caso más reciente ocurrió esta misma semana, cuando un motociclista de apenas 19 años perdió la vida en la ruta Luque–Areguá. En este accidente fatal también estuvieron involucrados otros dos vehículos, uno de los cuales, un bus, se retiró del lugar sin socorrer a las víctimas. El joven motociclista se suma a una lista de fallecidos en percances de tránsito en la ciudad, como el de Clara Romina González López, una motociclista de 35 años, quien murió al chocar con un automóvil en el barrio Julio Correa. Estos episodios generan consternación y un sentido de urgencia entre los ciudadanos, quienes exigen acciones inmediatas.
La autopista Silvio Pettirossi, frente a la sede de la Conmebol, fue uno de los puntos críticos en esta alarmante seguidilla de accidentes. En menos de una semana, se reportaron dos colisiones en esta misma zona. El más reciente involucró a tres vehículos y dejó varios heridos, mientras que días antes, otro accidente en el mismo lugar cobró la vida de un conductor.
Ante estos acontecimientos, surge la pregunta: ¿qué están haciendo las autoridades municipales para mitigar este riesgo constante? Es evidente que la falta de señalización adecuada, el mal estado de algunas rutas y la escasa fiscalización del tránsito están contribuyendo a que Luque se convierta en un foco de accidentes viales. Se debe trabajar en soluciones concretas, como la mejora de la infraestructura vial, y campañas de concienciación sobre seguridad vial para reducir estos incidentes.
La zona de Conmebol, un lugar que concentra a diario un elevado flujo vehicular, necesita una intervención urgente. Es preocupante que, a pesar de los repetidos accidentes, no se hayan tomado medidas para mejorar las condiciones de tránsito en el área. La instalación de semáforos, señalización preventiva y una mayor presencia de agentes de tránsito podría reducir la cantidad de incidentes.
Luque enfrenta una crisis de seguridad vial que no puede ser ignorada. Cada accidente fatal es una tragedia que podría haberse evitado con una planificación adecuada y una acción más decidida por parte de las autoridades locales. Las soluciones deben llegar antes que más familias pierdan a sus seres queridos en las calles de la ciudad.