Monstruo que pisa fuerte

El pasado lunes 23 tuve el privilegio, y la carga pública, de concurrir a la convocatoria de la Bicameral Antilavado que está estudiando el tema de las empresas autodenominadas “organizaciones no gubernamentales” (ONG) u “organizaciones sin fines de lucro” (OSFL).

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La lista de millones de dólares que se reparten para trabajos que son mayormente de “consultoría” es asombrosa y explica el nivel de ataque de nervios que aqueja, públicamente, a sus socios, empleados y cómplices.

El tema es muy simple, no requiere poseer un premio Nobel para entenderlo: Gobiernos o empresas y gobiernos y empresas extranjeros dotan de fondos sustantivos a las ONG/OSLF afincadas en Paraguay para que se introduzcan, mediante “convenios, acuerdos, entendimientos, pactos, arreglos”, a los procesos de toma de decisiones públicas de nuestro país.

Este itinerario, fue elaborado por el Foro Económico Mundial y sintetizado en 2017 por su presidente, Klaus Schwab, en una publicación que se conoce con el nombre de “Gobernanza 4.0″.

Tiene algunas manifestaciones muy notorias ya: La apropiación de la Organización Mundial de la Salud por parte de la ONG de Bill Gates; el secuestro de la iniciativa legislativa en la Unión Europea con el Comité Europeo Económico y Social; el establecimiento de la “Pacto Verde” y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (Agenda 2030).

En nuestro Paraguay, las ONG imponen ya sus políticas por la vía señalada antes en materia ambiental, de género, judicial, fiscal, energética y productiva. Estaban asaltando a nuestro sistema electoral para imponer la censura sobre la libertad de expresión y restablecer las listas sábana con la excusa de la igualdad de género.

La ONG “Idea Internacional” tiene preparado el campo para establecer la censura, todo financiado por META, la empresa de Mark Zuckerberg (Facebook).

La impunidad de la ocupación de la avenida Artigas, los millones de dólares llevados vía INDI, se explican por la intervención de las ONG. La inacción de fiscales y policías tiene un mismo origen.

La censura impuesta por magistrados judiciales cipayos, a periodistas o a personas comunes vía ley de la violencia contra las mujeres, la 5777, está dentro del mismo esquema.

La pretensión de someternos a la colonial enajenación de nuestra soberanía en la determinación de uso de suelos mediante la aceptación del decreto 1115 de la Unión Europea viene por la esa vía también, así como la desnacionalización de nuestro sistema educativo.

Es obvio que las ONG/OSFL no pueden transparentar sus circuitos financieros sin exponer al país la verdadera naturaleza de su proyecto autoritario, y sin exponer quiénes son los cipayos involucrados. Es obvio, no pueden permitirlo porque se les cae el negocio a los cipayos, y el proyecto colonial a sus jefes.

Es lo que traté de exponer ante la Bicameral Antilavado. A sabiendas de que el proceso de transparentar a las ONG/OSFL será muy crispado, porque son un monstruo grande que pisa fuerte.

evp@abc.com.py

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