Como si fuera poco, estos voluntarios deben también dedicar días enteros solicitando alguna monedita en los puestos semafóricos de las comunidades, esto para poder solventar los gastos que demandan contar con los equipamientos necesarios en sus unidades, para luego hacer frente a los incendios.
En esta dura realidad que les toca vivir, a cada uno de ellos, los mismos logran sacar fuerza para poder acudir de forma rápida a los lugares de los incendios, sea donde sea, sin importar la distancia, como lo que estamos viendo en estos últimos días, donde cientos de bomberos voluntarios están lidiando con la bestia roja en el Chaco.
Casi nunca solemos ver actos donde se esté premiando la acción de estos verdaderos héroes anónimos. Muy por el contrario, lo tenemos en el olvido permanente, y hasta en ocasiones, nos quejamos cuando vemos a estos miembros con sus pequeñas alcancías, pidiendo ayuda en lugares específicos, aunque esto se da de forma ínfima, ya que la mayor parte de la ciudadanía siempre colabora con los mismos.
Recientemente, el presidente Santiago Peña en acto oficial condecoró a los militares uruguayos, quienes acudieron con un avión hidrante a prestar ayuda en los incendios en el Chaco. Se aplaude tal decisión para con nuestros hermanos extranjeros, pero y... ¿nuestros héroes bomberos, para cuándo el reconocimiento?
O tal vez el primer mandatario tenga reservada dicha condecoración para con estos voluntarios y lo hará una vez que se logre definitivamente apagar el fuego en la Región Occidental. No lo sabemos, pero de algo estamos seguros: nuestros bomberos son verdaderos héroes en el olvido.
Los bomberos nos muestran con su trabajo la sacrificada labor que deben realizar muchas veces por nuestra inconsciencia, por lo que todos debemos aunar esfuerzos y evitar realizar cualquier tipo de fuego, sobre todo en esta época de sequía, atendiendo el gran daño que estamos ocasionando a nuestra casa común.