Salud en terapia

El sistema de salud en nuestro país es cada vez peor; es más, ni siquiera existen señales de que las autoridades nacionales estén buscando alguna solución, tanto en el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, como en el Instituto de Previsión Social (IPS).

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El viernes ingresó el invierno, y recién en los próximos días tendríamos temperaturas bajas, sin embargo hace varias semanas que los hospitales están abarrotados de pacientes con cuadros respiratorios.

Los pacientes que acuden a los centros asistenciales que dependen del MSP y BS se quejan de falta de médicos, medicamentos y hasta de comodidad. Muchos esperan más de cuatro horas parados y recostados por las paredes.

La desidia e incapacidad de la ministra de Salud, María Teresa Barán, es notoria, hasta hoy día no demuestra interés en cambiar este sistema arcaico que tiene el sistema de salud en nuestro país, que ha experimentado un importante crecimiento poblacional en los últimos 20 años.

Los hospitales y centros de salud del interior, incluso los que se encuentran en el departamento Central, se caen a pedazos. Se encuentran saturados de pacientes y carecen de todo. La mayoría no cuenta ni con bancos.

Los directores de estos centros asistenciales deben hacer maravillas para poder paliar y dar respuesta a los pacientes y hoy, con los casos masivos de cuadros respiratorios, tienen que optimizar sus recursos y, para ello, deben sacrificar otros servicios, como consultorios y cirugías programadas.

Muchos de los pacientes que cuentan con cirugías programadas esperan su turno incluso desde la pandemia por el covid-19, con cada epidemia se suspenden las operaciones, porque las salas se reservan para los casos graves del momento.

Empero, la situación en IPS es igual o peor, en este caso los pacientes pagan por un servicio que no reciben, cada presidente que sube solo piensa en acomodar a sus parientes y amigos en los puestos claves.

Hoy día, el IPS carece de todo, no cuenta con medicamentos ni con profesionales suficientes para una atención adecuada, los aportantes deben mendigar y madrugar para tratar de obtener un número para consultar.

La humillación es permanente y ya es hora de que los asegurados se levanten para poder exigir cambios radicales en la institución, manejada por políticos corruptos. El asegurado paga y debe recibir atención adecuada y no ser humillado. La salud está en terapia intensiva.

hruizdiaz@abc.com.py

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