Erradicar viejos vicios

El 2024 debe ser el año de despegue del Alto Paraguay, hacia la senda del progreso. El actual gobernador, Arturo Méndez, colorado cartista, ya no podrá esgrimir excusas para tratar de justificar inoperancia para llegar a la meta. Actualmente, goza de la confianza del presidente Santiago Peña, y además cuenta con el apoyo de la mayoría de los concejales departamentales, como para avalar sus proyectos.

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Todo un departamento está expectante de las decisiones que pueda realizar el jefe departamental, en busca del anhelado progreso, postergado desde hace décadas, a consecuencia de los numerosos hechos de corrupción que caracterizaron a varios exgobernadores, algunos de los cuales incluso fueron condenados por el robo del dinero público.

Otros exjefes departamentales, a pesar de que no recibieron condenas, no porque sean una especie de “santos”, se salvaron de ir a parar a la cárcel gracias a sus padrinos políticos.

Para que el gobernador pueda cumplir sus promesas de campaña política de hacer progresar a la región, primeramente debe despojarse de los viejos vicios de corrupción, y comenzar a utilizar de forma honrada el dinero del contribuyente.

El Alto Paraguay necesita con urgencia obras de vialidad, para poner fin al aislamiento de poblaciones enteras que se dan en temporadas de lluvias. Se deben construir caminos de todo tiempo en la zona, sobre todo en los distritos de Fuerte Olimpo y Bahía Negra, las regiones más castigadas por los aislamientos.

La otra área de suma urgencia para mejorar es la atención de la salud, que pasa por equipar los hospitales de la zona, y proceder a contratar médicos especialistas; solo así se logrará dar una mejor vida a los moradores del departamento.

Son numerosas las carencias sociales del departamento, pero, atendiendo que no se podrá dar cobertura a todas, citamos solo las dos necesidades más importantes: los caminos y la salud.

La ciudadanía espera ansiosa que se den estos cambios. La falta de caminos de todo tiempo y las precariedades en salud han causado tanto daño a los humildes moradores de la región. Muchos murieron en el camino y en los precarios hospitales.

Que las ganas de trabajar de los responsables de la Gobernación no queden en simples deseos; por el contrario, se conviertan en realidades, para el bienestar de los habitantes de esta parte del Chaco.

calmiron@abc.com.py

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