Pero, el uso del cianuro en las minas tampoco es inofensivo para los recursos hídricos (arroyos, lagos, ríos, manantiales, etcétera), humanos y animales, como se demostró días atrás cuando se desbordó una pileta con cianuro. El líquido del procesamiento del oro tiñó de rojo el arroyo Silva Kue y produjo la muerte de cientos de peces.
El problema radica en la cuasinformalidad de la actividad aurífera en una zona donde solo la empresa Latin American Minerals Paraguay SA (Lampa) tiene la concesión del Congreso Nacional para extraer el metal precioso.
El Mades estima que la producción anual de la minería informal es de casi 500 kilos de oro (estudio rechazado por los “mineros artesanales”, claro). La buena noticia es que tras años de conflicto, el Gobierno logró una salida salomónica para formalizar el rubro.
Lampa le compra a los mineros el oro que extraen que en papeles figura como pago un servicio tercerizado de extracción. Significa que la producción artesanal pasa a formar parte de la explotación de la empresa concesionaria.
Pero, no todos los mineros artesanales se sumaron al plan y tampoco hay forma de saber que todo el oro extraído es entregado a Lampa.
Además, es requisito contar con permiso del Mades para operar, cumpliendo un plan de mitigación y teniendo verificaciones constantes para certificar un buen manejo. Esto es solo teoría.
La empresa Che Uru SA, propietaria de la pileta que desbordó y contaminó el arroyo Silva Kue con cianuro, formaba parte del plan de regularización, pero su permiso había vencido dos años atrás.
Los pobladores venían denunciando que la planta contaminaba el ambiente, pero fueron ignorados. Solo cuando el impacto ambiental fue terriblemente evidente, intervinieron el Mades y la Fiscalía.
La mayoría de los arroyos de Paso Yobái tienen niveles elevados de mercurio y hasta está presente en el río Tebicuary (de donde la Essap extrae el agua que distribuye a casas de Villarrica y Coronel Oviedo), según resultados de estudios del mismo Mades.
Es loable que la minería se vaya formalizando y actualizando con uso de técnicas y elementos menos contaminantes. Pero, si el Mades y otras instituciones del Estado no controlan con seriedad la actividad, el cianuro empezará a acompañar al mercurio en los arroyos y ríos.