El Ropero de Puente Ladrillo

Este 14 de diciembre se cumplió un mes del fallecimiento del padre José María Velasco. El sacerdote fue párroco en Capiatá por más de 25 años, y fue sepultado dentro de la iglesia Virgen de la Candelaria. Junto al pueblo capiateño quedó impregnada su vida y todo su legado.

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Desde Salamanca, España, cuando falleció, los voluntarios del Ropero de Puente Ladrillo anunciaron que antes de enviar flores, como siempre se acostumbra, en su honor, enviarán un contenedor repleto de ropas, utensilios, libros y material escolar que servirán a muchas familias carenciadas de Capiatá.

El contenedor del Ropero de Puente Ladrillo partió rumbo a Asunción a través de un barco el 22 de noviembre, y según el tiempo de viaje, llegaría a mediados del mes de enero. El envío lo hicieron en honor a los 50 años de servicio del padre José María Velasco en la tierra guaraní.

Hasta la fecha han enviado a diferentes puntos del mundo unos 60 contenedores, de los cuales 13 llegaron a nuestro país. En el tiempo en que el padre José María Velasco consagró su vida a servir en Capiatá, logró distribuir aportes entre las diferentes comunidades de la parroquia de la Virgen de la Candelaria de Capiatá para que así muchas familias pudieran sostenerse económicamente.

Gracias a todas las cosas que fueron cargadas cuidadosamente, cientos de capiateños pudieron mejorar su calidad de vida. Además, el sacerdote Velasco logró armar una biblioteca con más de 50.000 ejemplares de diferentes especialidades. Esta biblioteca funciona en la escuela y colegio del mismo nombre de la iglesia, que en sus inicios empezó con 80 alumnos, y actualmente forma a más de 1.400 alumnos.

En la parroquia, además, se formó un taller de costureros en donde muchas mujeres aprendieron a coser gracias a las donaciones de máquinas de coser, y elementos de costuras enviados desde el barrio Ropero de Puente Ladrillo de Salamanca, España.

El padre José María Velasco nació en Talavera de Abajo de Salamanca, España. Fue ordenado como sacerdote en Salamanca, y a través de la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana, sirvió primero a la comunidad del barrio Trinidad de la ciudad de Asunción, Paraguay, y luego pasó definitivamente a prestar su servicio a la ciudad de Capiatá en la parroquia Virgen de la Candelaria.

Por más de 25 años, José María Velasco realizó un aporte invaluable a la ciudad de Capiatá. Con este cargamento que llegará en poco tiempo a nuestro país, sin lugar a dudas sigue ayudando al pueblo de Capiatá aunque físicamente ya no esté.

Este aporte humanitario también se debe al voluntariado de más de 18 personas, que viven en el barrio de Puente Ladrillo de Salamanca, a quienes el pueblo paraguayo agradece.

lucia.gonzalez@abc.com

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