Feliz Navidad a quienes no están mejor

Los políticos, en inmensa mayoría, dejaron de cultivar una virtud humana: la dignidad. No les interesa ser respetables. Solo les importa enriquecerse a como dé. En ese afán asaltan fondos públicos destinados al bienestar de la ciudadanía y se los reparten entre ellos dejando a miles y miles de compatriotas sin salud, sin educación, sin seguridad. Y sin siquiera la posibilidad de celebrar dignamente la Nochebuena.

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El lunes 18 amanecimos con la imponente acción policial-militar para recuperar Tacumbú de manos de un narco. Murieron 12 personas, entre ellas un policía. El martes, la Senad infligió un duro golpe a narcos de Canindeyú. Fueron hechos aplaudidos por la ciudadanía que vio en ellos un alivio ante tanta corrupción.

El jefe narco en Tacumbú y el crimen organizado en Canindeyú son productos de la corrupción. Ninguna organización de esas crece sin protección política. La plata narco ha desmoronado la dignidad de demasiados políticos. Consecuencia de ello es la inseguridad, que deriva en muertes de inocentes. Esta realidad se contrapone a lo afirmado por un cartista de que el corrupto “no es peligroso”.

Poco duró aquel aplauso al gobierno. Pronto la indignidad expuso el rostro del nepotismo. Cientos de familias de políticos son parásitos del Estado. Eso es corrupción pura y dura.

Adheridas al nepotismo, las desafortunadas palabras del presidente del Congreso sobre la inequidad en la educación, con extravagantes referencias clasistas. En esto hay absoluta responsabilidad de su partido político, de políticos de su partido.

El sistema educativo paraguayo ha sido socavado por la corrupción politiquera. El resultado de ello está a la vista. No hace falta acudir a estadísticas para notar el escasísimo caudal de conocimientos de nuestros niños y jóvenes. La corrupción en forma de robo sistemático de fondos para la educación es un crimen que mata el futuro de nuestros jóvenes. Otro tanto se da en el sistema sanitario, infectado de corrupción.

Para ir cerrando (mal) una semana que había comenzado bien, el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, brazo ejecutor de HC, sobreseyó a fiscales que habían votado en la interna colorada y, a pedido del cartista Enrique Berni, inició una insólita investigación al fiscal Silvio Corbeta, el de los casos de Hugo Javier, Erico Galeano y Esteban Samaniego, todos estos del riñón de Horacio Cartes. ¿Venganza contra quienes se atreven a acusar a políticos cartistas?

Y una última: un tribunal sobreseyó en forma llamativa al exfiscal general Javier Díaz Verón, acusado de enriquecimiento ilícito. Este tribunal, integrado entre otros por el cartista Darío Báez, actuó prácticamente como barra brava del denunciado. Inaudito.

Nos prometieron que íbamos a estar mejor. Están mejor los políticos que ya estaban bien gracias a que no les importa para nada la dignidad. Buena parte de la ciudadanía no está bien. Y para esta gente, que fatiga madrugadas para ganarse el pan dignamente porque no es hijo de, esposa de, suegro de, amante de; para esta gente ¡Feliz Navidad! Con honestidad, respetabilidad y decencia.

nerifarina@gmail.com

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