Donald Trump, el presidente insurrecto

En enero echará a andar la campaña electoral en Estados Unidos y ya se anticipa que será muy reñida. Por lo pronto, la decisión de la Corte Suprema de Colorado ha echado más leña al fuego en una carrera hacia la presidencia que hasta ahora apunta a que el oponente del presidente Joe Biden casi con toda seguridad será el ex mandatario Donald Trump.

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En medio de los diversos reveses judiciales que enfrenta Trump –desde el mal manejo de fondos de campañas electorales a interferencia en las elecciones de 2020–, en un voto de cuatro a favor y tres en contra, el Supremo de Colorado ha decidido que el ex presidente republicano no puede presentarse en las primarias del Estado que se celebrarán en marzo por su papel de “insurrecto” en los actos violentos que tuvieron lugar en el Capitolio el 6 de enero de 2021.

La decisión, que es histórica por ser la primera vez que afecta a un candidato presidencial, se fundamenta en la sección tercera de la enmienda decimocuarta de la Constitución de Estados Unidos que se estableció en 1868, tres años después del fin de la Guerra Civil.

Dicha enmienda es fundamental porque le otorgaba ciudadanía a los nacidos o naturalizados en Estados Unidos y garantizaba derechos civiles a todos los americanos, incluyendo a aquellos que habían sido sometidos a la esclavitud. También, y es lo que está en juego 155 años después, contemplaba que ninguna persona que hubiera estado implicada en actos de sedición pudiera aspirar a la presidencia de la nación.

Desde la intentona golpista del 6 de enero, con turbas que asaltaron el Capitolio tras ser instigadas por el todavía presidente Trump, un número de legisladores y grupos cívicos ha impulsado iniciativas y recursos legales. Hasta ahora han pagado por ello los revoltosos que irrumpieron violentamente, pero su líder se ha librado por el momento a pesar de las maniobras que urdió con el fin de fabricar un supuesto fraude electoral en su contra.

En gran medida, lo que ha ocurrido en Colorado ha sido posible por las gestiones de grupos que presentaron el caso ante el Supremo como Citizens for Responsibility and Ethics, con sede en Washington. Su presidente, Noah Bookbinder, ha dicho sobre la histórica decisión, “es necesaria para proteger el futuro de la democracia en nuestro país”.

Sin embargo, hasta quienes sostienen que Trump fue responsable de la insurrección que puso en jaque el proceso democrático temen que este precedente agudice más la brecha entre los votantes de cara a las elecciones presidenciales. La campaña del ex presidente ya ha anunciado que recurrirá ante la Corte Suprema de los Estados Unidos, cuya mayoría está en manos de los magistrados seleccionados bajo su gobierno.

A su vez, otros estados podrían seguir el ejemplo de Colorado y los partidarios del republicano lo percibirán más como un complot de los demócratas que como un argumento cimentado en el peligro real de que vuelva a la Casa Blanca un candidato con probada vocación de autócrata. En las propias filas demócratas hay cautela por la munición que esto proporciona a los apologistas de Trump, ya que incluso sus rivales republicanos se cuidan mucho de atacar al incuestionable favorito en las primarias presidenciales.

Irónicamente, el país parece ser rehén de un ex mandatario cercado por sus problemas con la justicia. Lejos de deshacerse de él, la supervivencia del partido republicano depende de los hilos que mueve Trump con una base entregada a su agenda populista.

Y los demócratas se enfrentan a unas encuestas en las que Biden va a la zaga de su potencial contendiente, anegado por el desgaste de cuatro años en el poder, su provecta edad y la posición de la actual administración en el conflicto palestino-israelí, con un previsible voto de castigo entre los más jóvenes y progresistas, que, si bien no apoyarían a Trump, sencillamente no votarían por un partido que hoy por hoy consideran que no los representa.

Más allá de que la decisión del Supremo en Colorado avance, los padres de la Constitución seguramente coincidirían en que el perfil de Trump encaja con el apartado que sabiamente incluyeron hace más de un siglo para defenderse de los obstinados insurrectos que pululan ayer y hoy. [©FIRMAS PRESS]

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