Lastimosamente, no todos tienen la posibilidad de elegir una universidad y carrera a su gusto, sino por el contrario, están rebuscando entre becas y otras alternativas para cursar una carrera.
Lamentablemente, en la realidad de nuestro país, la oferta educativa destinada a la formación de mandos medios es insuficiente, y lo que es aún más preocupante, estos roles son a menudo menospreciados, a pesar de ser piezas fundamentales en el engranaje productivo.
En departamentos como Alto Paraná, donde convergen la producción a gran escala de materias primas, la ubicación estratégica en la región y la presencia de tecnología avanzada, la necesidad de generar oferta y demanda de mandos medios es aún más imperante. En este contexto, urge acelerar el proceso de industrialización para generar oportunidades de empleo.
En las zonas urbanas de los municipios cabecera cientos de jóvenes luchan por ganarse el sustento. La falta de opciones los lleva a buscar empleos informales, con escasa o nula seguridad social y médica, además salarios que distan significativamente de los mínimos establecidos. Mientras los hijos de políticos son acomodados en puestos para los cuales no son calificados con jugosos y desmerecidos salarios.
Como triste consecuencia de la escasa oferta de oportunidades, emerge una problemática social latente: el aumento alarmante de jóvenes que, al no encontrar vías legítimas para su desarrollo, se ven atrapados en la delincuencia y la adicción. Esta realidad, que podría considerarse una epidemia social, rara vez recibe la atención necesaria por parte de los actores gubernamentales y la sociedad en general, a pesar de su impacto significativo en el día a día.
Es imperativo abordar con urgencia la escasez de oportunidades para los “bachilleres concluidos” mediante la expansión de programas educativos y el reconocimiento de la importancia de los mandos medios en la estructura productiva del país.
Las autoridades departamentales deben ser las principales interesadas en llevar adelante los planes con una mirada hacia el primer empleo. Solo a través de un compromiso integral se podrá transformar esta realidad y brindar un futuro promisorio a la juventud, contribuyendo así al progreso y la equidad en nuestra sociedad.