Los olvidados del Alto Paraná

El municipio de Domingo Martínez de Irala, situado al sur del Alto Paraná, a tan solo unos 60 kilómetros de Ciudad del Este, se encuentra inmerso en una realidad de abandono y desatención por parte de las autoridades. En una reciente visita a este lugar, pude presenciar de cerca la situación en la que vive su población, estimada en aproximadamente 7.000 habitantes, cuyo número disminuye año tras año debido a la falta de oportunidades.

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La diferencia en la calidad de vida entre Domingo Martínez de Irala y otras ciudades cercanas es verdaderamente abismal. Esta disparidad es una prueba fehaciente de la ausencia de inversión y políticas públicas efectivas que han dejado al municipio en un estado de desidia total.

Un ejemplo claro de lo que ocurre se puede encontrar en la comunidad educativa de la escuela Aníbal Álvarez. A pesar de los recursos asignados para el almuerzo escolar a través del Fonacide 2023, los alimentos nunca llegaron a la institución. Los padres y docentes, en la búsqueda de respuestas, se encontraron con la excusa de que no había presupuesto, lo cual no es cierto, ya que la institución municipal, administrada por el intendente Derlis Benegas (ANR), recibe dinero para la alimentación escolar. Entonces, me nace saber ¿qué pasó de esa plata?

En consecuencia, más de 300 niños, la gran mayoría proveniente de familias de escasos recursos, quedaron esperando el almuerzo escolar, que en muchos casos representa la comida más consistente que consumen en el día.

Como si con esto no bastara, la situación de un sector de la localidad empeoró con las recientes lluvias, que provocaron inundaciones afectando a unas 100 familias ribereñas. Sin embargo, a pesar de las necesidades apremiantes, la asistencia en respuesta a los damnificados aún no llegaba.

Domingo Martínez de Irala merece más que promesas y excusas de falta de presupuesto. Para eso existe un intendente, que debe gestionar los recursos o pedir ayuda y no caracterizarse por la falta de acción, que es justamente el caso.

Las demás autoridades locales y departamentales deben asumir la responsabilidad y trabajar en conjunto para brindar bienestar a la comunidad.

La ausencia de inversión en infraestructura, educación y servicios básicos debe abordarse con urgencia, y la transparencia en el uso de los fondos públicos debe ser una prioridad. Los altoparanaenses debemos exigir que se atienda la difícil situación de Domingo Martínez de Irala, que solo a través de la presión pública podremos esperar un cambio en esta comunidad tan olvidada.

patricia.alvarenga@abc.com.py

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