Serafín Francia Campos

En estos días se apagó la hermosa voz de Serafín Francia Campos. Esa que llenaba de poesía y canto los festivales, las radioemisoras, la televisión, todo sitio donde la música popular paraguaya se aplaudía. Tenía 87 años. No le bastó la música. Eligió para su compañera de vida a una estudiosa de nuestro idioma nativo, la profesora María Elvira Martínez, respetada miembro de la Academia de la Lengua Guaraní.

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Le conocí a Francia Campos en 1967, o tal vez a comienzos de 1968. El diario ABC Color, todavía con olor a nacimiento, acudió a sus lectores para ayudar a un colegio de San Juan Bautista, Misiones, cuya biblioteca se había convertido en cenizas en una noche de fuego. Llevamos como mil volúmenes en un viaje difícil. Se trabajaba en la construcción de la ruta a Encarnación cuyos varios tramos se hacían intransitables. Se cruzaba todavía en balsa el Tebicuary donde habría que llegar a ciertas horas para no esperar el cruce al día siguiente.

En el colegio esperaban los libros muchas personas entre profesores, padres, alumnos. El que nos saludó, en nombre de la entidad educativa, fue Serafín Francia Campos. En la mano sostenía dos o tres libros que trataban de la cultura paraguaya a la que puso énfasis en señalar su importancia para la formación moral e intelectual de los jóvenes.

Un tiempo después, volví a cruzarme con Francia Campos en Asunción. Me contó que trabajaba en una emisora radial con muchos proyectos centrados en la difusión y estudio del arte musical nativo. Y así fue. Me tocó en suerte ser testigo de su rápido ascenso profesional que le permitía estar presente en los principales acontecimientos musicales, no solo animándolos, sino instruyendo al público sobre los autores, poetas y compositores. También en la difusión de estos valores se halla el mérito de Francia Campos a igual que otros investigadores de nuestra cultura popular como el periodista, poeta, escritor, Mario Rubén Álvarez autor de 10 volúmenes de “Las voces de la memoria”, donde encontramos las huellas de una investigación rigurosa de muchas anécdotas que rodearon la creación de versos y melodías.

También tenemos que mencionar a Aída Lara, otra investigadora que hasta hoy nos deja cuatro tomos donde se recopilan “la vida y milagro” de algunas de nuestras figuras que en el país y el exterior hicieron posible que se conociera y admirara nuestra rica cultura musical y poética. Hay otros difusores, desde luego, cuya tarea hace que se salvara del olvido nombres y acontecimientos arraigados en nuestro pasado y presente. La transmisión oral es importante, pero siempre está al borde de la distorsión, mutilación, desaparición.

En esta dirección, Francia Campos publicó en el 2010 “Autores y Artistas Paraguayos”, dos tomos, un itinerario de algunos de los más sobresalientes creadores musicales e intérpretes.

Entre sus muchas contribuciones artísticas sobresale “Paisaje folclórico”, que se hizo clásico por los datos que aportaba para un mejor conocimiento del público acerca de la melodía que escuchaba. Fueron muchos más los programas radiales y televisivos que nacieron de su compromiso con el arte musical.

Fue también creador o impulsor de festivales folclóricos, muchos de los cuales siguen vigentes hasta hoy.

Por su tarea incansable y creativa, fue merecedor de importantes distinciones que adornan su trayectoria, al servicio del arte musical paraguayo.

alcibiades@abc.com.py

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