Peregrinos en peligro

La falta de iluminación y de paso peatonal son problemas que aquejan a los pobladores de Caacupé desde hace 5 meses, y si no solucionan, será un gran inconveniente para los peregrinos que llegarán a la capital espiritual. El novenario de la Virgen de Caacupé se inicia el 28 de noviembre y su fiesta es el 8 de diciembre.

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La Villa Serrana ya registra un aumento de visitantes; sin embargo, a partir del kilómetro 55, en un tramo de unos 12 kilómetros, no se cuenta con iluminación que es primordial para la seguridad, en una zona tan transitada de la ruta PY02.

Desde la habilitación de la nueva ruta surgieron varios cuestionamientos. Por ejemplo la falta de seguridad. En lo que va del año, ya se registraron 15 accidentes de tránsito y 4 muertes en la zona. Una cifra bastante alarmante que pudo haberse evitado, y hasta puede empeorar si no se toman las acciones correspondientes.

La mencionada ruta fue habilitada para agilizar y mejorar el tránsito, pero no ofrece seguridad a los moradores, porque prácticamente todos los días ocurren percances.

Uno de los últimos casos que conmocionaron a la ciudadanía ocurrió el pasado 9 de octubre, un accidente que involucró a una camioneta y una motocicleta, dejó como saldo dos muertos: la conductora del biciclo y su hija menor de 7 años. Esto ocurrió en la nueva ruta donde no hay paso peatonal ni iluminación. En la zona hay una tenebrosa oscuridad. Tampoco tuvieron en cuenta a los habitantes, a quienes dejaron encajonados, exponiéndolos al peligro constante.

¿Dónde están las autoridades quienes deberían velar por la seguridad del pueblo? Es absurdo hablar de progreso cuando solo se beneficia a los automovilistas y se pisotea el derecho de los vecinos.

La obra más cara del país fue adjudicada durante el Gobierno de Horacio Cartes al Consorcio Rutas del Este, integrado por la empresa Sacyr. El grupo ofertó varios pagos que se deben percibir durante los 30 años que durará la concesión de la carretera, en el cual el monto estimado llegaría a US$ 1.700 millones.

La obras presentadas en este contexto deberían haber sido un ejemplo, pero aquí lo único que resalta es la indiferencia, falta de empatía con la ciudadanía y la falta de conciencia al permitir que pase el tiempo y que la nueva ruta continúe con tantas falencias que todos los días generan percances e inseguridad para los moradores.

faustina.aguero@abc.com.py

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