Y nos plantó una tremenda patada: exigió que se le cierre la boca al nuevo gerente de salud, el doctor Carlos Morínigo, que ya no haga denuncias, que se le prohíba hablar y se nombre un portavoz. Miguel Angel Doldán Martínez fue puesto por la FEPRINCO hace casi 10 años en representación de los empleadores y cobra unos G. 32.000.000 sumado a dos vales mensuales de combustible con un tope que rondaría unos G. 3.000.000 cada uno. Sus “asesores” nos cuestan, aproximadamente, unos G. 108.000.000 mensuales, unos G. 1.296.000.000 anualmente.
Los patrones han de estar MUY CONTENTOS con IPS ya que tienen el mismo representante desde hace casi una década avalando todos los mamarrachos paridos. Mientras la Contraloría iba dibujando el escandaloso rosario de corrupción, el 10 de febrero de este año Doldán tuvo la osadía de cuestionar los informes que pedían los auditores porque era muy “engorroso”. Seis meses después estamos ante la develación de lo que parece ser una apocalíptica malversación de fondos, bienes, servicios por valores multimillonarios.
No muy lejos la uña de la mugre, el consejero obrero Gustavo Arias está sentado cómodamente pese a serias denuncias en su contra. El otrora modesto enfermero fue puesto en el cargo por la Central Nacional de Trabajadores (CNT) en alianza con un sindicato del IPS. También cobra unos G. 32.000.000 mensuales, también tiene dos tarjetas para cargar combustibles (ha llegado a usar hasta G. 4 millones en una de ellas). Y por supuesto, también ha nombrado a su círculo privilegiado que nos cuesta más de G. 177.000.000 mensuales, unos G. 2.124.000.000 anuales.
La CNT debe estar MUY CONTENTA con el defensor de la clase obrera. Además de haber estado avalando todas las últimas denuncias, fue denunciado por haber edificado –en plena pandemia- una casaquinta en Areguá solo para sus farras de fin de semana, con cancha de tenis, pileta, quincho y feroz muro perimetral. Y cuando fue descubierto, le enchufó el inmueble a su amigo, un hombre que tuvo que salir a desmentirlo a riesgo de su propio trabajo. En lugar de estar investigado por el Ministerio Público, Gustavo Arias sigue sentado en su trono y recorre medios de comunicación con un asesor de la CNT a sueldo de la previsional.
Si el IPS pertenece a patrones y obreros del Paraguay, y si está sacudiéndose con ansias de muerte, señores de Feprinco y de la Central Nacional de Trabajadores (CNT), ¿por qué sostienen la porca miseria?