Se presentó como el justiciero de aquellos decepcionantes episodios protagonizados desde la institución y, entre muchas cosas, prometió que “recuperará” la Gobernación y que le devolverá el prestigio y la credibilidad que algunos colorados le arrebataron.
Prometió que coordinará acciones con las instituciones del Estado para erradicar el microtráfico y la presencia de delincuentes en las calles, que arrebatan el sueño y la prosperidad de los jóvenes, de las familias. También, que serán constantes las capacitaciones en oficios para el acceso al empleo digno y bien remunerado.
Estigarribia dio su palabra de que se tendrá un óptimo sistema de la salud pública al servicio de la gente porque es posible, y dijo además que la educación será prioridad en su gestión.
El gobernador apuntó al liderazgo y empoderamiento femenino en su gobierno, mediante la formación académica y las oportunidades de emprendimientos. Dijo además que las mujeres recibirán todo tipo de atención médica, de contención y de intervención judicial en casos de violencia.
Estas fueron algunas de sus promesas, por cierto, muy similares a las hechas por gobernadores anteriores, tanto liberales como colorados, que terminaron decepcionando y traicionando el voto de confianza depositado en ellos.
El ejemplo más reciente de fracaso y decepción es la administración del exgobernador colorado cartista Hugo Javier González Alegre, que terminó imputado en dos causas penales por lesión de confianza, asociación criminal, apropiación, declaración falsa y producción de documentos no auténticos, donde la Gobernación de Central aumentó la deuda existente con su población.
Sepan las nuevas autoridades, concejales departamentales y el nuevo gobernador que, como contralores ciudadanos, archivamos cada una de las promesas hechas y que ejerceremos control sobre los fondos de la institución y que no dudaremos en denunciar, cada uno de los hechos de corrupción que se detecten.
También que, ante la mínima duda sobre el manejo de los recursos públicos, tocaremos las puertas del ejecutivo para exigir las explicaciones que deberán ser respaldadas con documentos. Estamos en alerta.