El presidente saliente Mario Abdo Benítez posibilitó que se pueda construir la ruta bioceánica, lo que permitió al Alto Paraguay tener sus primeros 160 kilómetros de caminos de todo tiempo. Este importante tramo ayuda a poder circular una buena distancia por la ruta asfaltada.
Esta obra vial, sin embargo, solo beneficia a un pequeño porcentaje de los pobladores de este departamento y, de forma especial, al distrito de Carmelo Peralta, quedando aún en situación de aislamiento los moradores de los distritos de Bahía Negra, Fuerte Olimpo y Puerto Casado. Estas tres últimas localidades tienen un gran potencial económico y turístico que se puede explotar con caminos de todo tiempo.
El nuevo presidente Santiago Peña tiene el enorme compromiso de poder continuar construyendo los caminos transitables y así poder proyectar que el asfalto llegue hasta la capital departamental, e inclusive hasta la lejana Bahía Negra. De hecho, existe esa promesa de parte de Peña, quien durante su campaña electoral había prometido hacer llegar el asfaltado hasta los rincones más alejados del Chaco.
Esta idea de hacer realidad los caminos de todo tiempo en el Alto Paraguay debe ser también acompañada por las autoridades de la zona, quienes deben aunar el esfuerzo necesario de todos los sectores, como los ganaderos, para lograr que este justo reclamo sea escuchado y emprendido por el Gobierno central.
Es precisamente en este punto donde debe notarse la madurez de los políticos y dejar de lado las rencillas personales. El Alto Paraguay no puede ni debe seguir dependiendo del capricho de un pequeño grupo, que solo busca seguir mejorando su nivel de vida, a costa del erario público, y desentenderse del progreso de la población.