Ese compromiso que hicieron, especialmente los tres diputados que fueron electos (dos colorados y un liberal), y el gobernador Nelson Martínez (ANR), se debe sintetizar en perseguir tres puntos concretos: compensación económica segura y permanente (incluida dentro del Tratado), construcción de un puente entre Saltos del Guairá y Guaíra, y al menos un representante de Canindeyú en el Consejo de Itaipú.
Este último punto, la presencia de un hombre comprometido con la región de los saltos, en la alta conducción de la binacional, en realidad debería ser el primer logro de los canindeyuenses. Un consejero con la camiseta de Canindeyú permitiría que tener un articulador dentro de esa gran empresa, peleando por los derechos de la región y que trabaje en armonía con los representantes en el Congreso Nacional y en el Ejecutivo.
Un puente internacional entre Saltos y Guaíra garantizaría una nueva dinámica comercial que automáticamente multiplicaría el paso diario de turistas y “compristas” hacia el lado paraguayo. Eso, sin mencionar la enorme facilidad que tendría el intercambio de productos con el vecino país.
La compensación económica permitiría al municipio mayor desarrollo en infraestructura vial, saneamiento y servicios, para aumentar su atractivo turístico para miles de brasileños.
Ojalá todos, incluyendo los intendentes y miembros de juntas municipales y departamentales, entiendan la grandeza de su compromiso histórico con Saltos del Guairá y Canindeyú, y no pierdan tiempo ni energía tratando de ubicar a sus parientes y correlíes en la Itaipú o en otros cargos públicos, como lamentablemente nos tienen acostumbrados algunos políticos.