Si ustedes pudieron, les agradeceré que me envíen el link. Es la compra de votos por correo por la que ya están privados de libertad más de veinte dirigentes y candidatos del partido Socialista Obrero Español, en el poder, que pagaban 200 euros por voto a inmigrantes a los que incorporaron al padrón electoral.
Tampoco pude leer hasta ahora las repercusiones con que medios de nuestra región buscan siempre expandir el impacto de cualquier chorizo que se publique en el “prestigioso” Times de Nueva York como si fuera palabra de raza superior. Nada hasta este momento sobre la compra de votos en España.
Nada comparable al artículo que, con sorprendente difusión local, escribió su jefe de corresponsales para el Cono Sur, Jack Nicas, sobre nosotros: “durante las recientes elecciones 2023, los periodistas fueron testigos de que representantes del Partido Colorado volvieron a acudir a esta práctica (”compra de votos”), que califican como ‘un secreto a voces´”.
Artículo sin pies ni cabeza que jamás, en toda su aburridamente larga extensión, se digna a explicar cómo el supuesto pago a un elector se concreta en un voto controlado de ese elector por el candidato supuestamente beneficiado con la compra.
Este Nicas tiene entre sus dudosísimos méritos el de ser uno de los propulsores de la censura en YouTube, con una recordada campaña contra la Coca Cola. “Periodista” propulsor de la censura.
Supongo que debe ser difícil para el “prestigioso” New York Times hablar del tema de la compra de votos por correo en la superior y cultísima España, porque el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, sostuvo durante la campaña electoral catalana de 2021 que “el voto por correo es muy sencillo y es seguro. El voto por correo ha sido la palanca del cambio en Estados Unidos y estoy convencido de que puede serlo aquí también”.
Y el “prestigioso” Times de Nueva York defendió y defiende lo que se hizo y hace en Estados Unidos con el voto por correo para beneficiar al partido Demócrata (por ejemplo, el voto sin documento de identidad, el 12 de febrero de 2019; el voto “recolectado” o carga de votos, exactamente como en España, el 8 de mayo de 2023).
Sánchez dejó en claro que “la palanca de cambio” en España y Estados Unidos es la misma corrupta palanca con la que el globalismo usurpa el poder en todas partes.
Espero que el “prestigioso” New York Times diga algo y que no encubra la compra de votos por correo como encubre la corrupción de la familia Biden (caso Hunter) o la politización de la Policía (trama rusa contra Trump).