Hasta que no les pase... ¡no reaccionan!

La epidemia del momento, del dengue y la chikunguña, está afectando a gran parte de la sociedad paraguaya. Sigue habiendo personas incrédulas que le restan importancia y no reaccionan para disminuir los casos que van en aumento. A manera de anécdota y que viene bien al caso, les pregunto: cuántos de sus vecinos no padecieron en las últimas semanas dengue o chikunguña.

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En mi caso particular, y en una zona considerada roja por la cantidad de enfermos, como la ciudad de Limpio, la presencia del mosquito transmisor está en boca de todos. Como si no hubiera otro tema de comentario que no sea el de: “está con fiebre”, “se internó”, “le duele todo el cuerpo”, “está con malestar”. En fin, todo gira en torno al regreso del Aedes aegypti.

Pero el punto es cómo la ciudadanía en general no reacciona y sigue viendo a gente enfermarse, hospitalizada y no reune fuerza de voluntad para limpiar sus patios y veredas. A diferencia del año pasado, en este sí hubo lluvias; y se vuelve una constante que se críen los mosquitos.

Muchos se quedan de brazos cruzados tirando la responsabilidad a sus municipios, al fumigador o la expresión “es solo una peste y no me va a pasar”. Muchos tuvieron que llevar a sus familiares hasta los hospitales y quedarse a cuidar de ellos mientras recibían suero para recuperarse levemente hasta que pasen los seis a diez días de las dolencias.

A modo de recordatorio y para que todos tengan en cuenta. En la temporada de verano 2019-2020 hubo un importante repunte de positivos y sospechosos al dengue. Los centros médicos públicos y privados se llenaron de personas buscando asistencia. Es para reflexionar de que muchos apenas podían ser atendidos en camillas, sillas de ruedas o en pasillos, en condiciones incómodas para el tratamiento correcto.

Esta vez, la presión al sistema sanitario no es del covid, pero sí de una epidemia que volvió a despertar y con mucha fuerza. Pues está arremetiendo en una población que no es tan apegada al hábito de la limpieza o no acepta una patología hasta que la “sienta en carne propia”.

Ante esto, es importante estar atentos y evitar más convalecientes, más muertes y que la película de años atrás no se vuelva a repetir.

sergio.valdez@abc.com.py

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