Pareciera un absurdo que Asunción no esté lista para ser sede de los XII Juegos Suramericanos Asun 2022 de Odesur cuando fueron las autoridades de Paraguay las que decidieron postular a Asunción como locación para este relevante evento deportivo. Esto es, no estamos listos para una actividad que nosotros pedimos que se lleve a cabo en nuestra casa.
También es un absurdo no estar listos porque hace exactamente dos años, en setiembre de 2019, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez (ANR) anunció que Asunción era sede oficial de los Odesur 2022. Ese mismo año, un par de meses después, su correligionario Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR) asumía la Intendencia de la capital del país.
Si bien la pandemia y los gastos realizados en salud se pueden usar de argumento para retrasos en la puesta en marcha de un plan para dejar bonita la ciudad anfitriona de los juegos, ya esta situación quedó atrás hace tiempo y no es sino hasta ahora, a menos de quince días de iniciarse las competencias, que las instituciones públicas están coordinando acciones para intentar ponerle por lo menos una mano de pintura a Asunción.
En este contexto, el centro histórico de la capital del país gana dos significados de suma relevancia. El primero, como ubicación geográfica de una importante cantidad de hoteles que serán alojamiento de jugadores, jueces, entrenadores, amigos, familiares y público de las competencias. Y el segundo, porque con 485 años, el centro de Asunción cuenta la historia de los paraguayos y por ende, más allá del cuidado patriótico que debería recibir, es un atractivo turístico demasiado importante.
Pero ni para Óscar “Nenecho” Rodríguez ni para el gobierno de Mario Abdo Benítez todo esto tiene relevancia. Sumidos en unas internas político partidarias en las cuales se están arrancando los ojos al punto de quedarse ciegos ambos bandos, ni la Municipalidad de Asunción, que debió tomar la iniciativa, ni el Poder Ejecutivo, hicieron nada hasta ahora por mejorar el centro de Asunción. Y a menos de quince días de iniciar Odesur, ya con la antorcha flameando en el país y atendiendo la presión ciudadana, un desesperado Nenecho intenta compensar con barridos, colocación de flores y alguna barnizada, lo que no hizo en dos años. Vergüenza pasamos. Y es ridículo. No debió sorprendernos Odesur. Todos sabíamos que los juegos comenzarían el 1 de octubre de 2022 y que serían en Asunción.