Transformación o alienación y destrucción

Hay consenso generalizado de la ciudadanía, en que el estado lamentable de la educación nacional necesita urgente transformación o reforma. La preocupación crece al constatar que el Plan Nacional de Transformación Educativa (PNTE), que el Comité Estratégico nos presenta, no transforma la educación nacional para mejorarla, sino que la empeora gravemente porque la aliena y la destruye. La destruye sustancialmente porque no rectifica graves errores de la educación vigente, tales como: 1. La violación del artículo 74 de la Constitución Nacional (CN) y 3 de la Ley General de Educación, que “garantizan la educación religiosa”, porque el PNTE tampoco incluye la educación religiosa.

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2. Viola el artículo 73 que exige la “educación integral”, que implica obviamente la educación y desarrollo de la dimensión espiritual de la persona, lo que no rectifica el PNTE y lo sigue violando.

3. El sistema vigente viola los artículos 115 (inciso 13) y 79 de la Ley General de Educación (LGE) sobre educación campesina y rural, y el PNTE sigue violándolo.

4. Viola los artículos 73 y 113 de la CN sobre educación para la cooperación; y el PNTE sigue violándolos.

5. Viola el artículo 18 de normas finales de la CN sobre educación acerca de la CN; y el PNTE no lo rectifica y sigue violándolo. A estas violaciones el PNTE añade otras más.

6. Viola el artículo 74 de la CN, que garantiza también “el pluralismo ideológico” y el PNTE impone subrepticiamente la ideología de género.

7. El PNTE ha violado los artículos 76 de la CN y 12 de la LGE al reorganizar el sistema educativo sin consultar a las comunidades educativas. Y el artículo 71 de la ley Código de Niñez y Adolescencia que reconoce el deber y derecho de los padres a “dirigir el proceso educativo de los hijos”, porque han sido excluidos en la gestación del PNTE.

8. Con el enfoque de derechos el PNTE roba a los padres el derecho de ser los garantes definitivos de los hijos, pasándolo al Estado, violando así el Derecho Natural y los artículos 53 y 54 de la CN.

9. El PNTE 2030 secunda los imperativos impuestos por la Agenda 2030 de la ONU y consecuentemente la ideología de género, estrategia de la Agenda, y promueve el aborto, el matrimonio de personas del mismo sexo, etc., con lo cual viola el artículo 49 que protege y reconoce los derechos de la familia, los artículos 1 y 2 que declaran la libertad e independencia y la soberanía del Paraguay; y el artículo 4, que defiende la vida “desde la concepción” en la madre.

10. Violan el artículo 28 de la CN y la correspondiente ley de Transparencia de la información a la que están obligadas las instituciones públicas. El PNTE no informa sobre lo que hace y produce, y en sus documentos usa intencionalmente un lenguaje seductor con el que oculta su verdadero sentido y las consecuencias de sus propuestas, muchas de ellas frontalmente opuestas a nuestras culturas, historia y raíces, nuestros principios y valores.

11. El PNTE viola el artículo 73 de la CN y 9 a) y b) de la LGE al reducir la educación al aprendizaje, porque con solo aprendizaje no hay educación y menos aún la “calidad” de educación que se necesita y ansiosamente se busca para satisfacer los derechos de los educandos, de sus padres y de toda la ciudadanía.

Con estos antecedentes es evidente que el PNTE no mejora la educación, la destruye más de lo que está destruida. Sin considerar su muy bajo nivel profesional, basta saber que es inconstitucional e ilegal, para descartarlo.

A todo esto se suma que es un plan alienado, porque ha sido elaborado siguiendo directrices de organismos extranjeros comprometidos con la Agenda 2030 de la ONU. La alienación llega al colmo de someter nuestra decisión sobre el PNTE al juicio y decisión final del organismo de la Unión Europea que nos regaló 86 millones de euros, 38 de ellos han sido destinados para el PNTE. En la Ley 6659 y su Anexo, Paraguay se somete a la aprobación del organismo europeo. Adiós a la soberanía e independencia de la República del Paraguay.

jmonterotirado@gmail.com

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