Independizarse de Cartes

En la época en la que Cuba aún era colonia española y gran parte del pueblo soñaba con liberarse de España, los estadounidenses acompañaban el sentir revolucionario ideado por un poeta llamado José Martí.

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La misteriosa explosión del Maine en 1898 motivó al país del norte a reforzar la ofensiva contra los españoles y finalmente los cubanos pudieron dar el grito de libertad. Sin embargo los nuevos tiempos demostraron que el interés de EE.UU. no tenía nada que ver con la emancipación del pueblo cubano del yugo de la corona española. Más bien, los yankees lo que buscaban era hacer usufructo de la riqueza azucarera y tabacalera que caracterizaba al territorio cubano.

El pasado viernes el gobierno de Joe Biden impuso la restricción de ingreso a su país a Horacio Cartes y parte de su familia. El hecho causó una turbulencia en todo el tablero político y tuvo como primera reacción la reactivación del “impeachment” a la fiscal general Sandra Quiñónez. Ahora que la pelota está en nuestra cancha -de hecho siempre estuvo-, existen dudas sobre las consecuencias que pueda sufrir el señor Cartes. Políticamente hablando, es posible que en la Cámara de Diputados el juicio político a Quiñónez no prospere por la mayoría que dispone el cartismo. Mientras que judicialmente el panorama es menos alentador si recordamos que gran parte de fiscales y jueces responden directamente a la Asociación Nacional Republicana.

La convulsión política generada por la postura estadounidense es tan grande que figuras del propio coloradismo como el exsenador Hugo Estigarribia, siempre crítico a Cartes, concluyen en que los norteamericanos tuvieron que interceder porque la impunidad de Horacio Cartes en nuestro país es notoria. Habría que agregar que esa impunidad fue construida con la colaboración explícita de sectores del coloradismo que ahora están disfrazados de adversarios.

Parece oportuno señalar paralelamente que las intervenciones estadounidenses poseen un objetivo superior. Pero de haber financiado dictaduras militares en Sudamérica a tomar postura sobre personalidades que posiblemente participan de crímenes transnacionales hay un avance importante. Igual siempre existen letras pequeñas en los contratos, por lo que recordar lo que pasó con la Cuba independiente (la historia del comienzo) es un acto sano.

El escenario político actual requiere de una resolución doméstica, Paraguay no puede estar siempre bajo tutela para garantizar que las cosas se hagan bien. Aquellos que siempre fueron coherentes hoy deben romper los esquemas que protegen al cartismo. Quienes fueron colaboradores asiduos u ocasionales del ex presidente deben redimirse, si aún tienen tiempo. Pero si luego de la designación hecha por EEUU no nos independizamos del cartismo, conformémonos con ser solo un activo más de un potentado o un protectorado extranjero.

diego.diaz@abc.com.py

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