Con razón Nenecho ganó las últimas elecciones municipales, comentaba la gente el jueves, al darse a conocer que hay casi diez mil funcionarios en la Municipalidad de Asunción.
Rodríguez, precisamente, siendo presidente de la Junta Municipal había prometido reducir la cantidad de funcionarios. Se ufanaba de haber dispuesto traslados de trabajadores del área administrativa a la operativa, donde más se necesitan en una ciudad llena de baches, con el tránsito caótico, mal servicio de recolección de residuos y otros problemas urbanos que la población debe soportar.
Sin embargo, lo que se pretendía esconder en documentos complicados de leer, salieron a la luz aprovechando que Nenecho viajó a Israel para un curso. Según las planillas que el intendente interino Alvaro Grau (PQ) publicó, solo en “bonificación por responsabilidad en el cargo” se gastan G. 1.090 millones al mes.
El mismo Nenecho resolvió premiarse por “responsable” y se embolsa en este concepto, mensualmente, G. 9.222.766. Y si de bonificaciones hablamos, además de “productividad” y “servicios especiales”, hay funcionarios que cobran en concepto de “extra”, un plus sin razón por encima del sueldo.
Pero también se sabe ahora de las propuestas que Nenecho mandó a la Junta Municipal para pagar deudas y mantener la enorme estructura municipal.
No fue casualidad que hayan entregado en concesión un humedal a una estación de servicio y que se haya refulado otro sector para instalar viviendas sociales. Nenecho quiere convocar a una subasta de los inmuebles municipales que hay en la Costanera. Poco importará quiénes los compren y qué impacto tendrá eso en el medio ambiente.
La propuesta revela que no tienen estudiado, ni prevén planificar cómo será Asunción en las próximas décadas desde el punto de vista urbanístico y medioambiental. Se subastan nomás los inmuebles para que Nenecho pueda tener más dinero, tirando el fardo –como es costumbre- a las generaciones venideras.
Por si fuera poco, para poderse saltar todos los procesos administrativos, Nenecho plantea declarar emergencia pluvial y vial por un año entero y emitir bonos por G. 555.000 millones, que la población deberá pagar durante años.
Pero no debe sorprender la superpoblación de funcionarios, ni la intención de rifar los inmuebles de la Costanera o la emisión de más bonos. No puede ser de otra manera en el reino de la impunidad.
Hay un proceso abierto contra Nenecho por supuesto enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias, lesión de confianza y estafa, relacionado con compras realizadas irregularmente, alegando emergencia sanitaria por covid. La investigación duerme desde octubre, con aval de la fiscala general, Sandra Quiñónez, tan cartista como el intendente.
La principal deuda de Óscar Rodríguez es con la Justicia. Pero no sea usted ingenuo y crea que la saldará. La verdad es que hoy Nenecho turistea por Tel Aviv, mientras usted clama que se arreglen los baches y se mejoren las veredas, se divaga con este comentario y mira por la ventana cómo llueve, porque si sale, capaz que le lleve el raudal.