La tercera cultura

Leandro Sequeiros, catedrático de Paleontología, en un reciente y documentado artículo sobre “Humboldt, Darwin y la geología”, analiza, en sus primeras páginas el concepto, la aparición y evolución de la “Tercera Cultura”.

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Los argumentos del catedrático demuestran la urgencia de desarrollar la Tercera Cultura para el porvenir de la humanidad. Son tan convincentes, que me hacen sentir la necesidad de promoverla especialmente en nuestro país, donde la educación nacional padece una profunda crisis y pretende transformarse a ciegas y dejándose manipular por ideología y programas de “agendas” extranjeras que atropellan nuestra soberanía y las culturas de nuestro pueblo.

Me parece oportuno plantear este tema, porque es válido por sí mismo, pero sobre todo teniendo en cuenta que en los planteamientos del diseño para la Transformación educativa y en la gestión del Ministerio de Educación y Ciencias está ausente la ineludible dimensión cultural de la educación como tal y de los procesos educativos. Se enseñan los conocimientos de las diversas disciplinas desgajados de las raíces y la proyección culturales.

Un indicador elocuente del divorcio actual de la educación nacional con respecto a la cultura es la ausencia del Ministerio Secretaría Nacional de Cultura entre los actores responsables del Comité Estratégico para el diseño del proyecto de Transformación Educativa, grave desorientación de quienes la conducen porque ignoran que la educación es producto de la cultura y a su vez es generadora de producción y desarrollo cultural.

Una educación y un proyecto de Transformación educativa que eliminan la dimensión cultural de la educación, violan la Constitución Nacional (artículo 73), la Ley General de Educación (artículos 1 y 10), dejan sin raíces a la educación y privan al pueblo paraguayo del aglutinante que le da identidad.

El gran desafío, no afrontado, del Ministerio de la Secretaría Nacional de Cultura es ofrecer permanentemente al Ministerio de Educación y Ciencias el informe del estado de las diversas culturas autóctonas, y sociales paraguayas, junto con las culturas instaladas en el país con la presencia de inmigrantes estables, más la presión de infinidad de culturas que se infiltran por los medios de comunicación, sobre todo, por las tecnologías de la información y la comunicación.

Y junto a este desafío, ha surgido, para los dos ministerios, el desafío universal de enfrentar y desarrollar la Tercera Cultura.

Sequeiros recuerda que en mayo de 1959, el científico escritor Charles Percy Snow, en una brillante conferencia pronunciada en Cambridge fue el primero en alertar sobre la separación de dos culturas fundamentales, la cultura de las Ciencias y la cultura humanística o de las Letras.

La brecha entre ambas se inició en el siglo XVII, pero se ha ido ensanchando y profundizando al pasar de los años con la aceleración del éxito y prestigio social de las ciencias, sobre todo en el siglo XIX y mucho más en el siglo XX desde que acabó la segunda guerra mundial hasta el presente.

Los efectos de esta ruptura entre ambos grupos de saberes han tenido y siguen teniendo graves impactos negativos en las sociedades y en la humanidad global.

Las ciencias deshumanizadas no tienen reparo ni freno en exigir inversiones económicas descomunales (un millón de millones de dólares al año) para producir armas convencionales, bioquímicas y nucleares, que no sólo matan personas inocentes, sino que destruyen ciudades, ecosistemas y arriesgan al planeta.

Las ciencias económicas deshumanizadas han creado un sistema económico mundial que cada día acrecienta el número de los pobres y ensancha la brecha entre ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres.

Hay saberes tradicionalmente humanísticos que han logrado métodos y estrategias para alcanzar el poder de las ciencias, que cuando se deshumanizan, igualmente destruyen a los pueblos.

Las ciencias políticas deshumanizadas, por ejemplo, en vez de ayudar a los políticos a hacer más rentable el servicio al desarrollo y participación equitativa y solidaria en el bien común, conquistan el poder para explotar al pueblo robándole dinero, libertades y esperanzas.

Ha habido intentos inteligentes y significativos de aproximación entre ambos saberes, ahora es urgente tender el puente entre las dos culturas e instalar y promover la Tercera Cultura, la que desarrolla el humanismo de las ciencias y la solidez de las humanidades científicas.

jmonterotirado@gmail.com

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