Cada pozo artesiano tiene de entre 300 a 500 usuarios, que pagan 30.000 guaraníes mensuales lo que genera un ingreso mensual que oscila entre 9 y 15 millones de guaraníes mensuales.
Ese monto es utilizado para cubrir los gastos generados por el consumo de energía eléctrica, cuyas facturas llegan a más o menos 2 o 3 millones de guaraníes. Lo que nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Qué se hace del resto del dinero recaudado?
Algunas comisiones utilizan el dinero para comprar motores de reserva, ya que los motores suelen averiarse. Sin embargo, hay comisiones que no hacen eso y hasta tienen deudas con la ANDE. Todo esto sin que ninguna institución controle.
Los usuarios no tienen reparos para pagar, porque la Essap tampoco ofrece el servicio en todos lo barrios. Pero lo que a simple vista es un modelo hasta si se quiere digno de ser replicado en otros sectores, se presta a la corrupción puesto que las comisiones, en su mayoría están a cargo de personas de dudosa trayectoria y que en las campañas electorales son las que más apoyan a los que les pusieron en sus cargos.
Por otro lado, si hacemos un cálculo rápido, con lo que sobra de la recaudación, cada mes se puede hacer otros pozos artesianos en los barrios donde no cuentan con el vital líquido.
Seguramente a más de uno se le ocurrió esa idea, pero quizá es más fácil usar parte de lo recaudado en “otras cuestiones”, para no decir llevar a sus bolsillos.
Al no haber controles se presta a cualquier cosa y es más ha habido una serie de reclamos de que a los propietarios de lavaderos se les cobra mucho más, lo que es lógico. Pero sin embargo, no se sabe a dónde va a parar el dinero cobrado.