Según una auditoria de la Contraloría General de la República (CGR), la deuda ascendió a 4.193 millones de dólares. La multimillonaria suma que dejó de percibir el Paraguay se ha generado entre 1985 a 1997, a excepción de 1991, por aplicación de tarifas más bajas a las fijadas por el Anexo C del tratado de Itaipú.
Para el estudio y la conclusión la Plataforma Ética Ciudadana integró a tres técnicos: Ricardo Canese, general (r) Juan Antonio Pozzo Moreno y Miguel Carter, quienes realizaron un análisis a fin de llegar a una conclusión en base a los informes y descargos de los responsables que estuvieron al frente de la binacional.
El obispo Medina señaló que la deuda espuria de Itaipú es una causa nacional que la opinión pública debe conocer a fin de participar y emitir propuestas.
En la audiencia pública ante la bicameral los peritos Canese, Pozzo y Carter presentarán acusaciones en representación de la Plataforma Ética integrada por el Comité de Iglesias para Ayuda de Emergencias (Cipae) y la Campaña Itaipú 2023, Causa Nacional.
Ahora surgen numerosas interrogantes. ¿Cómo se recupera el dinero?, ¿reconocerá Brasil en consideración al Tratado?; ¿cómo quedan los responsables ante tamaña defraudación? ¿Por qué no tuvieron la suficiente valentía de defender los intereses del país o son vendepatria?
Con la deuda espuria de Itaipú es otro despojo nacional al Paraguay que se suma a los numerosos robos y saqueos desde la guerra del 70 contra la Triple Alianza.
La ciudadanía paraguaya tiene el legítimo derecho de exigir resarcimiento y sanción a los responsables de la deuda espuria. Con el dinero por la venta de energía se pudo haber solucionado numerosos problemas de salud, educación, asistencia social y seguridad inclusive.
Al menos una sanción ética se merecen los responsables de la deuda espuria de Itaipú, teniendo en cuenta lo que el Paraguay dejó de percibir por incumplimiento del Tratado.
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