En realidad son partes del esplendor en cuanto a pintura y escultura. Lamentablemente pasaron unos 400 años para que puedan ser revalorizadas y puesta en valor los museos jesuíticos, así como parte de la estructura que aún quedan como vestigios.
Uno de los museos es la capillla de Loreto de Santa Rosa de las Misiones que encierra imágenes de santo, obras de arte y pinturas al fresco plasmadas en las paredes como La Anunciación.
Tras la expulsión de los jesuitas, a nivel mundial, del dominio de España, por orden del rey Carlos III, dejó en abandono las reducciones y la población indígena se refugió en los montes. Los mismos indígenas indignados por la determinación del absolutismo de España quemaron la Iglesia de Santa Rosa y la torre de piedra.
Sin embargo quedó libre la antigua casona conocida como la capilla de Loreto y sus obras magnificas como las imágenes de santos y las paredes pintadas al fresco.
Las demás casonas como las aceras prácticamente ya fueron destruidas por el tiempo porque funcionan en esa acera viviendas, puestos de venta y comercios. Recuperar seria una labor ciclópea casi imposible.
En defensa de la Capilla de Loreto se ha formado la Asociación Cultural Santa Rosa Pypore Ñangarekóva. Esta organización es apoyada por el historiador y encargado de Bienes Culturales de la Diócesis de Misiones y Ñeembucú, encabezada por el monje del monasterio San José de Santa María de Fe, padre Wilber Mendoza. La misión es encomendada lógicamente por el obispo, monseñor Pedro Collar Noguera.
La campaña iniciada en favor de la recuperación de los bienes culturales y las obras jesuíticas, es una iniciativa plausible porque el arte forma parte de la historia de los pueblos de Misiones. Pese a la destrucción quedan aún patrimonios tangibles de una época dorada que fue despreciada y destruida por la ambición y el egoísmo de poderes de España y también del Paraguay, por la supina ignorancia de los gobernantes de turno.