Las reivindicaciones de los gremios de maestros llevaron a una mesa de negociación con el MEC y luego de haber obtenido el 11% de aumento en el pago de sus haberes van por más presiones. Este aumento se concede con la condición de que los gremios no realicen más huelgas al menos hasta fin de año y cumplan de manera efectiva con el estudiantado paraguayo. Pero los gremios insisten en que no pueden garantizar tal cosa.
Para colmo ahora proponen adicionar una hora de clases por día (media hora para el horario de la mañana y media hora para el horario de la tarde) para no perder los G. 1.700.000 que representan los descuentos por cada maestro ausente debido a la huelga. La cuestión se resolverá mañana.
Se entienden las reivindicaciones pues las huelgas y manifestaciones son formas de enseñar con el ejemplo cuando creemos que es la única forma de lograr las reivindicaciones salariales. Pero, por otro lado, no es bueno abusar de la prerrogativa y extorsionar para lograr los objetivos a como dé lugar. Sobre todo, si en el medio se ve violentado el derecho de las personas menores de edad de acceder a una educación de calidad, en el tiempo y la forma establecidos por el sistema.
Ya la pandemia de por sí nos ha golpeado en todos los sectores, y en este caso ha socavado la calidad educativa con un débil sistema de enseñanza poco preparado para las clases virtuales y que ha estresado a padres y alumnos.
Ahora los gremios quieren cargarles con la responsabilidad crematística de sus ausencias a los chicos que nada tienen que ver con cuestiones extorsivas y políticas en las que los usan como carne de cañón y no les ofrecen nada a cambio.
No se puede jugar con el tiempo y la dignidad tanto de esos estudiantes como de los padres o tutores quienes ya tienen organizadas sus jornadas y han asumido compromisos en base a los horarios establecidos previamente. Es injusto que por el capricho o el apuro de los maestros todo el sistema educativo tenga que acomodarse a sus necesidades salariales.
Sí a la calidad de vida, sí a la calidad en la educación. No a la extorsión de gremios manejados por la oscura política que tanto daño nos ha hecho.