Las redes sociales han jugado un papel muy importante en la interacción durante el encierro por la pandemia del covid-19. Fue vehículo de comunicación, de construcción de redes solidarias, de esparcimiento y hasta el espacio de exequias en los meses más pesados en los que fallecieron más de 16 mil víctimas del virus en nuestro país. El uso de las redes por parte de los adolescente y sus challenges no es cosa nueva. Hemos “evolucionado” de los plankings (fotografiarnos acostados boca abajo en lugares insólitos) a bailar coreografías en los flash mob y otras formas de llamar la atención en el ciberespacio. Pero al día de hoy hemos llegado a extremos jamás esperados.
En espacios como Tik Tok (donde se publican videos de entre 15 a 60 segundos de duración) se han encontrado retos que ponen en peligro la integridad de los usuarios, especialmente de los menores de edad. El caso del niño “Rafaelito” (11), quien sufrió quemaduras de tercer grado en febrero pasado, es un ejemplo. Se afectaron los músculos, ligamentos y articulaciones de las piernas. Todo por participar de una filmación en la que jugar con fuego era la forma de lograr más “me gusta”. Otros retos adolescentes que alarman a los padres son los desafíos de autolesión (cortarse con lo que haya a mano) o golpear a otros, inclusive a los maestros, y salir corriendo. ¿Cómo abordar el problema antes de que sea tarde? Cada hogar es un mundo, pero buscar ayuda profesional sería el primer paso. Asimismo, los expertos recomiendan entregar el primer celular a los hijos a los 13 años. Para ayudar en esta problemática, Tik Tok tiene una guía de control parental. Pero en la responsabilidad final, los padres a veces tienen que ser los “malos de la película” por restringir el acceso al celular o por revisarlo de tanto en tanto. Este es el challenge más importante que padres y madres deben afrontar sin miedo ya que los aparentes “conflictos” de hoy serán vidas salvadas el día de mañana.