Los mismos personajes, los mismos valores, las mismas conductas, los mismos atentados, las mismas canonjías, las mismas mentiras... un calco de todos los atropellos realizados pero con disfraces de puridad, legalidad y moralidad. No tienen en cuenta las épocas, los daños ni las víctimas, solo que todo continúe igual con los mismos mecanismos para seguir hurtando con total impunidad y privilegio.
Con el tema “Arron, Martí y Colman” solo desvían atenciones sobre temas cruciales y estratégicos. Cuando más distraída está la gente mejor será para el sistema. Lo importante es que las miradas no fijen objetivos ni se instalen en vigilancia sobre los verdaderos problemas que acucian al Paraguay, cuyos únicos culpables son los gobiernos sucesivos que llegaron después del golpe del 03-02-1989 hasta el presente.
En la política no hubo ni hay contrastes entre lo que se hizo y lo que se forja en la actualidad. Todo sigue igual, reiterativo e insustancial. “Arrom, Martí y Colman” son apenas un botón, el gran trofeo gubernamental como lo fue en el pasado la persecución, el apresamiento y el exilio de Epifanio Méndez Fleitas, Osvaldo Chávez, Elvio Romero, Augusto Roa Bastos y José Asunción Flores. ¡Grandes trofeos!
¿Qué diferencia puede haber entre el caso “Arrom, Martí y Colman” y el secuestro, tortura y asesinato del “Cadete Alberto Anastasio Benítez” (07-12-1962) en las mazmorras del régimen? Cada vez hay más semejanzas entre el pasado y el presente, entre “lo oficial” y “lo oficioso”. Incluso, en este tiempo ha empeorado aún más porque se refinaron corporativamente los 3 poderes, apostando a la delincuencia legal.
¿Y acaso se puede olvidar el castigo perpetuo al capitán Napoleón Ortigoza, el preso más antiguo de América, condenado a muerte previamente; o la persecución y el asesinato de Agapito Valiente (17-08-1970); o el secuestro, tortura y desaparición de Miguel Ángel Soler y Agustín Goiburu (1975 y 1977); o el secuestro, tortura y muerte de Mario Schaerer Prono (24-04-1976) y Joleito Filártiga (29-03-1976)?
Hay un cadena interminable de hechos que superan al caso “Arrom, Martí y Colman”, apenas una anécdota frente al profuso delito cometido por el stroessnerato vigente. Un verdadero terrorismo de estado aún impune y con un manto protector en el presente. Nadie puede olvidar el secuestro y asesinato de Mario Luis Palmieri (26-03-1982) o la implementación del “Plan Cóndor” para canjear y desaparecer prisioneros opositores.
En la lista de la metodología stroessnerista aparecen: cierre del Congreso; estado de sitio permanente; exilio constante; represión organizada y asistida; ejército obsecuente y domado; clausura de radios y diarios; desmantelamiento de Ligas Agrarias (Pascua dolorosa, 05-04-1976); secuestro y desaparición de chicos; secuestro y violación de niñas adolescentes; etc. Un inacabable repertorio de máculas y depravaciones.
¿Qué diferencia puede haber sobre el caso “Arrom, Martí y Colman” y los atentados gubernamentales actuales? También están llenos de trofeos, así aparecen -uno tras otro- estos gobiernos mafiosos, traficantes, golpistas y criminales que utilizan al estado para aquilatar con información privilegiada/clasificada la implementación y ensañamiento de sus trasgresiones en contra de la patria y sus habitantes.
¿Hay alguna diferencia entre el caso “Arrom, Martí y Colman” y la masacre oficial de Curuguaty (15-06-2012) o con los desalojos masivos e incendiarios de campesinos, criminalizados como nunca por los 3 poderes del estado o la siniestra invasión de los extranjeros para la expoliación indiscriminada y el prorrateo oficialista de tierras regadas en su totalidad con venenos, garrotes y fuego en los asentamientos?
¿Qué diferencia existe entre el caso “Arrom, Martí y Colman” y los golpes de manos de políticos cachafaces contra los gobiernos de Raúl Cubas Grau (28-03-1999) y Fernando Lugo (20-06-2012) junto a los muertos y heridos del marzo paraguayo o la celada y emboscada de José “Coco” Villar en Montelindo-Chaco (02-07-1999), supuesto implicado en el atentado de José María Argaña y utilizado como chivo expiatorio?
¿Acaso el asunto “Arrom, Martí y Colmán” no es igual al fraude de las elecciones (27-12-1992) y el posterior secuestro de las urnas para cambiar el resultado y hacer triunfar como candidato interno de la ANR a la presidencia de la república, al Ing. Juan Carlos Wasmosy o el secuestro y asesinato de Gumersindo Aguilar (testigo falso) o el atraco de caudales bancarios (robo del siglo, 04-08-2000) en el aeropuerto con quema de archivo incluido?
Y hay más analogías, citemos algunas a continuación: 01) más de 120 campesinos asesinados en el continuismo; 02) más de 15 periodistas amedrentados y ultimados; 03) el asesinato del líder campesino Lorenzo Areco Valiente (14-08-2013); 04) los Bonos soberanos (voladores) generando deuda externa triplicada; 05) la quema del Congreso Nacional; 06) la traición de la patria con los tratados hidroeléctrico (represas); etc.
La lista es larga y la memoria frágil. No hay que olvidar los galardones del modelo implantado. “Arrom, Martí y Colman” se escabulleron por enésima vez del stroessnerismo persecutor, gobiernos afines a la tiranía y al continuismo extinguieron sus refugios y protecciones. Por lejos, el stroessnerato es más reo y contumaz que los “huidos”, convertidos en “culpables” en la razzia que no para y no conoce de límites.
Este informe nacional esclarece la realidad, recordemos: 423 desaparecidos, 19.872 detenciones ilegales, 18.772 torturados, 59 ejecuciones, 3.470 exiliados y unas 20.090 víctimas directas. Son apenas una parte de las cifras dolorosas que dejó Alfredo Stroessner en sus 35 años de tiranía (Investigación de la Comisión Verdad y Justicia).
En los 30 años de continuismos, los mártires de la tiranía siguen esperando a la justicia del más allá, aquella famosa indemnización que le corresponde se va haciendo humo porque vienen cobrando los verdugos y no las victimas... es el pillaje del funcionariado público aliado a los perversos en un majestuoso plan diabólico contra la patria. Es el Paraguay desfigurado.