Ejemplo de madre virtuosa

Una música integrante de la Orquesta Sinfónica de Asunción conmovió a la comunidad religiosa este lunes 15 de mayo en la Catedral Metropolitana. Mientras ella tocaba, su pequeño hijo, quien quedó a su cuidado, la observaba quieto y obediente en un rincón.

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Si algo ha sabido demostrar la madre paraguaya es su capacidad de ser virtuosa en el cuidado de los hijos, sin importar las circunstancias, o, en este caso, el trabajo que le toque desempeñar.

Este fue el caso de la música profesional Raquel Matiauda (30), integrante de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción y de la Orquesta del Congreso Nacional, quien conmovió el corazón de todos los feligreses en la mañana de este lunes 15 de mayo, durante el Tedeum, en la Catedral Metropolitana de Asunción.

¿El motivo? La instrumentista, especializada en la ejecución del contrabajo, cumplió con su rol como integrante de la orquesta interpretando varias piezas musicales, mientras su pequeño hijo, Leonardo, de 3 años, se quedaba quieto, con mucha disciplina y sin interrumpirla en un rincón de la iglesia, al cuidado de su madre trabajadora. Sin dudas, el más bello y simbólico homenaje por el Día de las Madres lo aportó esta virtuosa mujer con su noble gesto.

El comportamiento del pequeño fue admirado por los presentes en la misa, quienes refirieron que, por más extenso que haya sido el tiempo de interpretación de la madre instrumentista, el menor se mostró obediente y silencioso, no molestando en ningún momento.

En contacto con ABC Color, Raquel contó que su bebé está bastante habituado a mantenerse tranquilo durante los conciertos, pues su padre también es  músico, y desde que nació lo llevan a las presentaciones de la orquesta.

"En una ocasión ya me había pasado que tuve que bajarme  del escenario para darle de mamar un momentito, y luego me volvía subir a tocar. Esta vez me vi en aprietos porque su papá estaba en el interior y no tenía con quien dejarlo, por lo que lo llevé de lo contrario no llegaba al concierto", contó la joven madre, al tiempo de añadir que en ningún momento tuvo miedo de que el niño la interrumpa con algún berrinche, pues en una boda familiar anterior, en la que también tocó, el niño quedó de pie durante dos horas escuchando el show con tranquilidad.

"Es un niño muy calmado, tal vez porque se crió entre la música", finalizó la orgullosa mamá.

Muchos son los casos en que madres paraguayas se ven obligadas a llevar a sus hijos a sus actividades laborales, al no disponer de alguien más que los pueda cuidar durante ese tiempo. En este caso, Raquel Matiauda demostró que, si bien su trabajo artístico podría ser considerado poco convencional, también afronta como cualquier madre paraguaya el sacrificio de llevar el pan a la casa sin soltar la mano de su pequeño.

 

 

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