La Policía Nacional confirmó la detención de la joven madre de 23 años, quien había sido denunciada por maltrato infantil en Paso Yobai. La aprehensión se produjo tras una búsqueda que se extendió por diez días, periodo en el cual tanto la madre como sus dos hijas, de siete y tres años, estuvieron en paradero desconocido.
La fiscal Rosa Arzamendia, de la unidad especializada en violencia familiar, había solicitado la detención de la mujer y emitió, además, una orden de búsqueda y localización para las niñas. El caso había tomado estado público después de que se viralizara un video en el que se veía a la madre golpeando brutalmente a una de las pequeñas.
La detención se produjo el pasado lunes al mediodía, cuando efectivos de la Subcomisaría N° 17 Caamindy visualizaron a una pareja con dos niñas sobre el camino que une las compañías 1ra. Línea y San Miguel, en el distrito de Mauricio José Troche. Al verificar la identidad de estas personas, se constató la orden judicial que pesaba sobre la mujer, quien fue detenida.
Tras el hallazgo, la niña mayor, víctima directa del maltrato, fue sometida a una evaluación psicológica para determinar el impacto de los hechos en su bienestar emocional. Según la fiscal, se espera el informe final de los especialistas para proceder con las siguientes etapas del proceso judicial, y se dará participación a la Defensoría de la Niñez para garantizar la protección de ambas menores. Actualmente, se encuentran bajo custodia de su padre.
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Por su parte, la madre detenida enfrenta un pedido de prisión preventiva, cuya resolución está en manos del Juzgado Penal de Garantías. Durante su declaración inicial, la joven argumentó desconocer las denuncias presentadas en su contra, al igual que el padre de las niñas, quien también fue interrogado como parte de las investigaciones. Esta versión contrasta con los datos manejados por las unidades penales encargadas del caso.
Antecedentes del caso
El pasado viernes 3 de enero se presentaron dos denuncias sobre un supuesto hecho de violencia familiar, en las que se acusaba a la madre de 23 años de golpear brutalmente a su hija, una niña de solo siete años de edad.
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Las denuncias fueron realizadas por la madre de la joven y abuela de la víctima, una a través del sistema 911 de la Policía Nacional y otra por el sistema de Fono Ayuda 147 del Ministerio de la Niñez y Adolescencia (MINNA). Ambas tuvieron mesa de entrada en la sede regional del Ministerio Público, pero fueron caratuladas con diferentes hechos punibles, lo que llevó a que fueran derivadas a dos unidades penales diferentes.
El fiscal Osvaldo Mora, de la Unidad Penal Ordinaria N.° 3, recibió la causa como un hecho de maltrato de menores, mientras que la fiscal Rosa Arzamendia, de la unidad penal especializada, la recibió como un hecho de violencia familiar. La segunda presentó una solicitud para que ambas causas sean unificadas en un solo despacho.
Las personas que presenciaron el hecho de violencia fueron la abuela materna y una tía de las niñas, quienes alegaron que la joven padece problemas de alcoholismo y maltrata a sus hijas de forma reiterada. También dijeron que el padre de las niñas las retiró de la vivienda al enterarse de lo sucedido y ver el video filmado por una de las presentes.
Esta versión fue contrastada con la declaración tomada por la fiscal Arzamendia, en la que el padre aseguró desconocer el hecho y alegó que la madre de las pequeñas fue hasta su vivienda diciendo que una de sus hermanas la grabó mientras aplicaba un “correctivo” a la niña, para luego tratar de extorsionarlo pidiendo dinero a cambio de no publicar las imágenes.