Desde el Servicio de Nefrología Infantil del Hospital Nacional de Itauguá, un grupo de 22 niños con insuficiencia renal crónica escribieron sus cartas a Papá Noel y al Niño Jesús. Los pequeños expresaron sus más profundos deseos para esta Navidad.
Algunos sueñan con juguetes, ropa y objetos simples; otros piden algo mucho más grande: un riñón para seguir viviendo y que sus compañeros también puedan hacerlo.
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Estas cartas, redactadas con sus propias manos, muestran la inocencia de la infancia en medio de una dura realidad de convivir con una enfermedad crónica. Muchos de estos pequeños viven en el albergue del hospital, lejos de sus hogares y seres queridos
“Quiero un riñón para mí y mis amigos”
Entre los pedidos más conmovedores está el de Juan Bogado, de 15 años, quien escribió: “Querido Papá Noel, quiero un riñón para mí y para mis compañeritos que también están luchando en el hospital”.
Cindy María, otra paciente, relató en su carta: “Este año ha sido muy difícil. Dejé mi casa, mi escuela y mi gente por mi salud. Te pido, como mejor regalo, salud para mí y para mi mamá, que siempre está a mi lado”.
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Juguetes y ropa, los deseos de muchos niños
Otros niños expresaron sus deseos más frecuentes, pero igualmente valiosos. Lizandro, de 15 años, pidió una camiseta de Olimpia y juguetes para su hermanita. Alexia López sueña con una pulsera y unos patines, mientras que María del Carmen solicitó ropa deportiva y un pantalón.
Uno de los pedidos más significativos provino de un niño que escribió: “Querido Papá Noel, quiero agradecerte por darme un riñón nuevo y pedirte que hagas que la gente tome conciencia para donar sus órganos”.
Un llamado a la solidaridad
Los médicos y residentes del Servicio de Nefrología Infantil, encabezados por su equipo de pediatría, hacen un llamado a la ciudadanía para que se unan en este gesto solidario. “Queremos cumplir los deseos de nuestros pacientes y llenar sus días de alegría”.
Todos los aportes serán recibidos en la planta baja, sala de hemodiálisis del Hospital Nacional de Itauguá. Desde juguetes y ropa hasta pañales y artículos digitales, todo será bienvenido para contribuir a una Navidad especial para estos niños que enfrentan grandes desafíos.
“El espíritu navideño puede transformar vidas,” concluyen los profesionales de salud, en un comunicado.