Este fin de semana terminó en Cali, Colombia, la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas COP 16 de Biodiversidad, con un histórico consenso para la creación de un órgano subsidiario para la participación activa de los pueblos indígenas y comunidades locales, además del reconocimiento de los afrodescendientes como indispensables en la conservación de la biodiversidad.
Sin embargo, en cuanto al financiamiento efectivo de los países del Norte Global a los proyectos que urgen para la conservación de la biodiversidad en los países en desarrollo, como Paraguay, el debate quedó en suspenso. La última plenaria, el viernes, se levantó por falta de quorum, y el tema seguirá debatiéndose en próximas instancias.
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La financiación, empero, es indispensable para lograr las 23 metas clave para detener y revertir la pérdida de biodiversidad a 2030, compromisos asumidos por todos los países en la COP 15 de Kunming - Montreal, en 2022. La meta financiera de ese acuerdo es movilizar 200.000 millones de dólares anuales para la biodiversidad, incluidos 30.000 millones de financiación internacional.
En este contexto cobran sentido las reflexiones realizadas por el presidente ejecutivo de CAF, Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, Sergio Díaz-Granados, durante un desayuno de trabajo con periodistas realizado en Cali, en el marco de la COP 16, días atrás.
La guerra Ucrania - Rusia, el Medio Oriente y la biodiversidad en Latinoamérica
En el encuentro le preguntaron a Díaz-Granados sobre los conflictos armados que están ocurriendo en Europa y Medio Oriente, como la guerra Ucrania - Rusia, y cómo afectarían estas guerras al financiamiento que los países desarrollados realizan para la restauración de los ecosistemas en Latinoamérica.
“Yo creo que en el caso de América Latina, nos tenemos que preocupar por salvarnos nosotros; (...) Latinoamérica tiene que preocuparse de sus problemas y ocuparse de sus problemas en la región sin tener que esperar ayudas de afuera, o sea, tiene que hacer un esfuerzo enorme por concentrarse en sus desafíos y resolver sus desafíos directamente sin esperar asistencias o caballerías que vienen de otros países”, consideró el presidente de CAF.
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¿Y el financiamiento?, se le consultó, ¿también se enviará en parte para la reconstrucción una vez terminen los conflictos armados? “Puede que hayan desvíos; especialmente yo creo que del Banco Europeo y de los bancos y de las agencias de desarrollo europeas, que les va a tocar trabajar más en su área de influencia, por eso digo que tenemos que ocuparnos de lo nuestro directamente nosotros y, pues sin reclamar, digamos, la corresponsabilidad por los temas de calentamiento climático”, dijo.
Biodiversidad en Latinoamérica: hay que seguir exigiendo la reparación
“Hay que seguir insistiendo, el Sur Global tiene que insistir en esto. No hemos sido los grandes contribuyentes en el cambio climático, no hemos aportado, todos lo sabemos, grandes emisiones, pero sí vamos a recibir la consecuencia del calentamiento, especialmente la banda del trópico va a recibir todo el golpe del cambio climático”, añadió.
“Sí hay un argumento, yo diría moral, filosófico, económico, de exigir la reparación y exigir el apoyo; obviamente hay factores distractores, como lo que tú mencionas, tanto la reconstrucción de Medio Oriente, como la de Ucrania en su momento, van a requerir un gran uso de recursos”, consideró el presidente de CAF.
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Empero, Díaz-Granados manifestó preocupación por el aumento de la deuda global. “A mí, la parte que más me preocupa, estamos viendo hacia adelante, es el nivel de deuda que tenemos hoy a nivel global; o sea, la deuda ha crecido 50% a nivel global del 2008 para acá, o sea, el planeta casi que ha doblado su deuda en menos de 15 años y hoy es 260% del PIB, la deuda global”, detalló.
El banco no impone agendas
Sergio Díaz-Granados también fue consultado sobre los cambios de gobierno en países de Latinoamérica y si esto afectó el cumplimiento de deudas o de acuerdos asumidos con CAF. No hemos tenido ningún incumplimiento con un gobierno hasta ahora. El banco maneja bien las relaciones con cada país en lo individual, porque todos los países tienen necesidad de financiamiento, todos sin distinción”, indicó.
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Agregó que a esto se suma que “una de las características del banco es justamente no imponer agendas, porque no tenemos eso por diseño, o sea nuestro diseño no es generarle imposiciones a ningún país. Nosotros trabajamos en función de lo que cada país va requiriendo”.
“Cuando cambia un país, cambian las prioridades, nos indican nuevamente, no quiero de esto, quiero más de esta cosa, quiero que me ayudes acá y no quiero que me ayudes más en esto. Entonces los contratos terminan y abrimos otro canal de conversación”, detalló en otro momento de la conversación.