Una multitudinaria peregrinación junto a al rededor de 3.000 jóvenes que caminaron desde la granja Padre Pío, en el barrio Oculto de la ciudad de Itá, hasta la parroquia San Blas. En caravana y con el bullicio característico de la juventud se inició la jornada dominical de penitencia y oración.
Durante la marcha, oraron por los necesitados, por las personas desprotegidas, pidieron por los enfermos que están librando una batalla para encontrar la sanación y por el descanso eterno de todas las almas que ya partieron.
El coordinador de la pastoral juvenil de la diócesis de San Lorenzo, César Gustavo Martínez, comentó que en el manifiesto, los jóvenes resaltaron la inseguridad en las calles, la falta de oportunidades laborales, la poca importancia con respecto a la salud mental.
“Las autoridades deben poner más atención en estos puntos, porque son las áreas más sensibles actualmente, y en donde hay menos apoyo. Los jóvenes deben tener oportunidades laborales para proyectarse, deben tener garantizada la salud mental, e igualmente la seguridad en las calles para andar de forma libre”, expresó Martínez.
Acompañaron jóvenes de otros puntos de Central
En el encuentro participaron jóvenes de diferentes ciudades del departamento Central, entre ellos de Ñemby, San Lorenzo, Fernando de la Mora, Capiatá, Itauguá, San Antonio, Villeta, Nueva Italia, Guarambaré y de la propia ciudad de Itá.
Durante la jornada, los jóvenes participaron de varias actividades religiosas.