“Los que hagan abonos verdes van a sumar sí o sí para la cadena, y aparte de eso el productor quiere sembrar su soja con buena cobertura. Si tiene avena, centeno, nabo o trigo, puede hacer una buena mezcla y sembrarlo. El aceven (similar al trigo; se usa para alimento del ganado) no se justifica porque su ciclo es muy largo. Pero siempre decimos que es importante llegar a los 12.000 kilogramos de materia seca por hectárea para asegurar, pero eso solo se logra con dos zafras”, dijo Dickel.
Siembra directa lo salvó
A la consulta de cómo le fue en la última campaña, el productor dijo: “la soja cerré con un promedio de 3.000 kilos por hectárea, y el maíz con solo 2.800 debido a la sequía que llegó en zona de Natalio (Itapúa), pero esto hubiese sido peor si no tenía cobertura. Si queremos mejorar el suelo tenemos que hacer rastrojo y raíces perforando, solo así se mejora el suelo, después viene lo otro que es el encalado, corrección de nutrientes y más”.
Sobre la captación de carbono
“Un productor, cuanto más rastrojo tiene, más carbono capta, también tiene los microorganismos del suelo para que transformen la materia orgánica. El productor que hace bien su sistema de siembra directa capta más carbono que un bosque nativo. Por otro lado estamos usando muchos productos biológicos, como 5 a 6 aplicaciones con buenos resultados”, reseñó al respecto.
“No es fácil para el productor dejar de hacer por 4 meses un cultivo de renta para hacer un abono verde que el mismo cree que no le dará dinero. Pero la verdad es que ese abono verde que hoy siembra le ayudará a asegurar su cultivo para más adelante”, finalizó.