La comunidad de Laureles, en el sureste de Ñeembucú, tiene una población de más de 3.700 habitantes, la mayoría de los cuales se dedican a la explotación ganadera. La comunidad se encuentra rodeada de grandes esterales como Pira Guazu, Pikyry, y Cenizales.
La ciudad cuenta con un puesto de salud donde un doctor atiende dos o tres veces por semana, y el resto del tiempo el centro es gestionado por un licenciado en enfermería.
El puesto de salud hace tiempo dejó de contar con una ambulancia, por las constantes averías debido al mal estado de los caminos.
El intendente de Laureles, Fermín Candia, comentó que desde hace años la ciudad carece de una ambulancia para traslados de pacientes a Pilar, y la comisaría local tampoco tiene una patrullera.
Informó que presentó un pedido para obtener una ambulancia y una patrullera pero hasta el momento no recibió ninguna respuesta.
Candia explicó que la Municipalidad contrató otro médico para realizar atención médica en el puesto de salud local, y que la Comuna reacondicionó un vehículo como ambulancia como solución temporal.
El intendente opinó que Laureles fue olvidada por las autoridades nacionales.
El director de la Duodécima Región Sanitaria, doctor Aníbal Espínola, negó que el puesto de salud de Laureles no tenga ambulancia, afirmando que el vehículo tuvo un desperfecto mecánico y que su reparación se ve ralentizada por la burocracia en el proceso de compras para cubiertas y repuestos.
Agregó que su región sanitaria tiene dos nuevas ambulancias donadas por el Gobierno de Japón que todavía fueron entregadas por falta de documentaciones como el despacho de Aduanas y la matrícula.
Una de las ambulancias sera para San Juan de de Ñeembucú y la otra para Villalbin.