Se trata de un modelo que se implementa en varios países de la región, que consiste básicamente en la creación de un fondo para la estabilización de precios de combustibles derivados del petróleo, cuando las cotizaciones internacionales repuntan, como está ocurriendo actualmente.
“Es acumular en épocas buenas esos fondos (vendiendo más caro los carburantes cuando los precios internacionales no son elevados) y utilizar esos recursos acumulados para amortizar cuando suben los precios”, expresó Lichi. Empero, los técnicos siguen analizando cómo efectivamente funcionará el “fondo de estabilización”.
“Ese fondo de estabilización nos permitirá poder atenuar; en este caso, se tiene que hablar de subsidiar el combustible. No es solamente dejar de cobrar impuestos, que no es lo mismo que un subsidio. Con este fondo de estabilización, el Gobierno tiene que subsidiar e intervenir cubriendo esa parte de los costos internacionales”, expresó
Cuando se le consultó de dónde saldrán los recursos para crear el fondo, señaló que “se tiene claro que los recursos se deben crear del mismo combustible”. “No tenemos aún bien claro, pero estamos trabajando y a partir de ahí llegaremos al Congreso para pedir un proyecto de ley. En otros países esos fondos ya se cargan en el precio de los combustibles cuando bajan los precios”, expresó.
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Hay que ser responsables, dijo ex ministro
El economista y exministro de Hacienda, César Barreto, explicó por su parte que Chile y Uruguay tienen un fondo de compensación de precios del combustible, que puede resolver fluctuaciones bruscas de corto plazo o fluctuaciones cíclicas alrededor de un precio de tendencia de largo plazo del petróleo en los mercados internacionales.
“La lógica funciona fijando los precios al consumidor final considerando una estimación del precio de tendencia de mediano plazo del petróleo. En los momentos en que el precio del petróleo está por debajo, la diferencia de precio se acumula en el fondo de compensación del cual se extrae en los periodos en que el precio del petróleo está por encima de su valor de tendencia de mediano plazo”, expresó.
El profesional señaló que si se estima bien el precio de tendencia es un modelo que puede funcionar, pero que hay que ser muy responsables y disciplinados en aplicar la regla correctamente, advirtió.
“Además, el momento adecuado para implementarlo es en tiempos de precios bajos del petróleo, para poder crear el fondo de compensación primero para utilizarlo en el futuro. Hoy ya estamos en el problema, a no ser que se cree el fondo con otra fuente de financiamiento que lo único que va a implicar es un elevado costo fiscal para subsidiar a la clase media y alta. Eso no sería una buena política económica ni social”, expresó Barreto, en diálogo con ABC.
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Vale señalar que los altos precios internacionales causan un gran encarecimiento de los carburantes en Paraguay. El precio del gasoíl tipo III (común), que es el que más demanda tiene en el país y que mayor impacto produce en la economía, ya tuvo aumento de G. 2.550 por litro desde febrero del año pasado (de G. 4.530 a G. 7.080). En el caso de las naftas, el incremento ya fue del 48% en un año (G. 2.880 por litro) y afecta a un gran porcentaje de la población que usa ese combustible para su traslado.
La cotización del petróleo cerró la semana a US$ 118,04 por barril en el caso del Brent (referencia en el mercado europeo) y el WTI (West Texas Intermediate, de referencia en Estados Unidos y del país) cerró la semana a US$ 115,48.