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Ese nuevo dato surgió ayer, luego de que la jueza Clara Ruiz Díaz decretara la prisión preventiva de Nelson Isabelino Villamayor Escobar (42 años de edad), quien un día antes fue imputado por detentación de arma por la fiscala de Crimen Organizado Alicia Sapriza.
Villamayor se presentó ante la justicia el lunes último y reconoció haber sido el que el 30 de junio último llevó hasta la cárcel de Tacumbú una “encomienda” en la que había una pistola Colt calibre 45.
El arma debía ser entregada supuestamente en carácter de “regalo” al que hasta ese momento era el director del reclusorio, Hernán Enrique Bogarín Colmán (42), quien ahora guarda prisión en la Agrupación Especializada y se halla imputado por cohecho pasivo agravado (coima) y asociación criminal.
Otro imputado por el hecho es el preso Julio Roberto Servián Aquino (36), un interno de máxima confianza que incluso cumplía funciones administrativas e informáticas casi como un funcionario, pese a que desde 2010 cumple una condena de 20 años por un doble homicidio ocurrido en 2007.
Al descubrirse la maniobra para meter el arma de fuego al penal, el preso Servián se atribuyó la responsabilidad aparentemente para “salvar” a otro convicto, Eduardo Alberto Ramírez Cantero (52), alias Matungo, quien en realidad habría sido el que prometió el obsequio al director Bogarín en agradecimiento por las concesiones que este supuestamente hacía a los ocupantes de un pabellón vip de la cárcel.
Matungo fue condenado recientemente a siete años por tráfico de armas, en una conocida causa que se inició en 2016 luego de la incautación de un arsenal en Asunción.
La declaración indagatoria de Nelson Isabelino Villamayor Escobar permitió saber también que, además de Matungo, otro reo involucrado en la trama es Iván Miguel Duarte Maldonado (29), encerrado desde el año pasado por el feminicidio de su pareja en Luque.
Este último sería incluso pariente de Nelson Isabelino Villamayor y habría sido utilizado además para convencer a Villamayor de llevar la pistola a Tacumbú.