Christine Folch, profesora del Departamento de Antropología Cultural de la Universidad de Duke (EE.UU.), estima que en unos 15 años al Paraguay ya no le quedará energía excedente en Itaipú, por eso debe utilizarla ahora para poder industrializarse. Recomendó dejar de ceder su electricidad a Brasil y sacar provecho para un crecimiento sostenible.
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En un video explicó tres puntos que juegan en contra del país en el acta bilateral firmada de manera secreta entre las autoridades nacionales y brasileras. Los tres puntos que menciona claramente son:
1-Limita la energía que la ANDE puede contratar hasta el 2022.
2- Dicen que van a utilizar 20 turbinas en contra de lo que estipula un tratado tripartito.
3- Baja la cantidad de energía adicional que compraría Paraguay y así aumentaría el costo de energía que Paraguay compra de Itaipú.
Lo que Brasil quiere con este documento es obvio, “la energía barata, fiable bajo su control para sus centros de industrias y podemos ver ese interés en el documento firmado recientemente”, menciona.
El acta dispone tres cosas; en el ítem uno pone el límite por mes en el 2019 y por año desde el 2020 hasta 2022 de la máxima potencia que la ANDE puede comprar de Itaipú, es decir limita la cantidad de energía que Paraguay puede acceder y eso afectará al país para atraer industrias.
Entre el 2030 a 2040 Paraguay va a necesitar toda la cantidad de energía para desarrollarse y en el acta la misma se limita, con eso se impide todo el desarrollo que Paraguay puede tener en el futuro, explicó la profesional. “Para poder atraer industrias Paraguay necesita aumentar su consumo de energía de Itaipú mucho más de lo que establece el acta. Al limitar su capacidad, limita a Paraguay industrializarse”, puntualizó Folch.
En el segundo punto, se establece que el total de la potencia contratada sea igual a la potencia instalada o que van a contratar toda la potencia de Itaipú. Es decir, usar el total de las 20 turbinas y esto va en contra del acuerdo vigente internacional tripartito Corpus- Itaipú firmado 1979 entre Argentina, Brasil y Paraguay, que establece que solo 18 turbinas pueden ser usadas a la vez.
“Es una situación difícil en términos de derecho internacional porque no hay acuerdo público con Argentina que dice que Argentina aceptaría eso. Este acuerdo pondrían a Brasil y Paraguay en una posición vulnerable en término de derecho internacional. Es un tema relevante que se debe analizar”, dijo la investigadora.
En tanto que, habla también sobre la energía garantizada y la energía adicional y sus tarifas. Dijo que hoy en día la energía garantizada está contratada en un 7% por Paraguay y un 93 % para Brasil. En tanto que, la tarifa adicional de 20 mil a 25 mil gigawatt/hora por año, que es un tercio de la energía garantizada. Esto va en fondos para los gobiernos. El acta firmada recientemente pretende cambiar el método por el cual Paraguay compra la energía adicional y aumentaría el costo de la energía que la ANDE compra de Itaipú.
La experta también cuestionó la forma como se llevó a cabo la firma del documento, que se hizo a espaldas de la ciudadanía. Dijo que no es lo ideal para un gobierno que va a iniciar una negociación, la revisión del Anexo C (en el 2023). “Lo ideal es poner las cosas bien en claro y evitar el secretismo”. Recomendó al gobierno incluir perspectivas de múltiples sectores de la sociedad. Agregó que debe abrir una mesa de diálogo en donde se encuentre el sector industrial, los partidos políticos, las universidades, investigadores, técnicos y la ciudadanía.
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Folch es profesora del Departamento de Antropología Cultural de la Universidad de Duke (EE.UU.) y principal investigadora, así como redactora del documento “Itaipú Post-2023: Inversión Estratégica para el Desarrollo del Paraguay”.