La convivencia con mascotas, especialmente perros, tiene un efecto notable en el aumento de las endorfinas, señalan estudios del Centers for Disease Control and Prevention (CDC).
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Este incremento en las endorfinas no solo mejora el estado de ánimo de las personas, sino que también contribuye a la disminución del ritmo cardíaco, promoviendo una sensación general de bienestar.
Por otro lado, investigaciones realizadas por el Instituto Stroke de la Universidad de Minnesota destacan que los propietarios de gatos gozan de una menor probabilidad, hasta un 30%, de sufrir ataques cardíacos, atribuido a niveles reducidos de estrés gracias a la presencia felina.
La interacción con cualquier animal disminuye la sensación de soledad y fortalece los lazos de apoyo social, lo que incide directamente en una mejora del ánimo. Además, el tener que sacar a pasear a un perro incita a un aumento de la actividad física, lo que no solo favorece el estado de ánimo sino también la salud física.
Una persona promedio, con un peso aproximado de 60 kilogramos, puede llegar a quemar hasta 70 calorías por una caminata de media hora con su perro, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Contribuciones a la salud física y socialización
La actividad física asociada al cuidado de una mascota no solo ayuda en la lucha contra el sobrepeso, la obesidad, la hipertensión y la diabetes, sino que también fomenta una vida más activa y saludable.
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En términos de desarrollo social y personal, especialmente en adolescentes, las mascotas juegan un rol crucial. Facilitan el aumento de la sociabilidad, la administración del tiempo, el mejoramiento de la autoestima y la adopción temprana de responsabilidades en los jóvenes.
Este conjunto de factores no solo mejora la calidad de vida de las personas, sino que también enriquece su desarrollo personal y sus relaciones interpersonales. Más allá de la compañía, las mascotas aportan beneficios significativos tanto a la salud mental como física de las personas, contribuyendo a una vida más plena y saludable.
La convivencia con animales domésticos es, sin duda, un elemento enriquecedor en la vida de cualquier individuo, proveendo un respaldo emocional invaluable y promoviendo un estilo de vida activo y saludable.