“Las vacunas los protegen contra enfermedades infecciosas específicas provocadas por algunos virus y bacterias también estimulan el sistema inmunológico del cuerpo para destruir el organismo y recordarlo de manera que pueda luchar contra la infección de nuevo si es necesario en el futuro”, señala la médica veterinaria Adriana González.
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Dice la profesional que sin vacunas, muchos gatos podrían contraer o incluso morir de enfermedades con las que su sistema inmunológico no pudiera luchar eficazmente por su cuenta. “El uso de vacunas ha prevenido la muerte y la enfermedad en millones de gatos. Además, las vacunas protegen a las personas de enfermedades, como la rabia que se pueden transmitir de los gatos”.
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