Gatos de lujo: cruceros especializados para los michis más exigentes

SINGAPUR. Dueños de gatos llevan a sus animales de compañía a espectaculares cruceros, una nueva oferta turística en Singapur para los felinos más afortunados.

A bordo del crucero Royal Albatross, ese gato disfruta de las vistas de Singapur.092146+0000 ROSLAN RAHMAN
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A bordo del velero “Royal Albatross”, los gatos descansan en unos soportes especialmente pensados para ellos mientras sus dueños degustan una copiosa cena contemplando la puesta de sol.

El operador del velero lanzó en agosto estos cruceros con felinos en Singapur, después del éxito cosechado con una iniciativa parecida para perros.

Durante dos horas y media, una quincena de gatos y 130 personas navegan por las inmediaciones de la turística isla de Sentosa, mientras contemplan Singapur y los fuegos artificiales.

Una turista sostiene a su gato mientras le toman una foto en el Royal Albatross, un crucero de lujo.

“Creo que están bien (...) aprecian la vista y la impresión de libertad, me imagino”, dice Marissa Ng, una responsable de recursos humanos de 28 años, mientras sus gatos Coco y Bobo miran atentamente el mar desde su jaula detrás de la mesa.

Los gatitos viajan en el crucero bien sujetos. Deben estar vacunados y esterilizados para subir a la nave.

Este barco ha paseado a más de 2.000 perros desde 2001. Para los gatos, ya se han vendido cientos de billetes, a un precio de 225 dólares de Singapur (166 dólares) por persona.

La compañía Tall Ship Adventures asegura que consultó a expertos y asociaciones de defensa de los animales para proporcionar la mejor experiencia posible a las mascotas.

Chefs del Royal Albatross preparan la comida para los pasajeros.

Por precaución, los gatos llevan un arnés y deben estar atados todo el tiempo. También tienen que estar vacunados y esterilizados.

Viajeros del Royal Albatross disfrutan con sus gatos.

“Es un buen momento para pasar en familia, como acabamos de tener a Mahmud”, un gatito de cuatro meses, explica Aziana Aziz, profesora de 41 años, junto a su marido y su hijo. “Lo aprecia (...) es curioso, mira por todas partes, así que sí, creo que es un gato feliz” .

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