“Las alteraciones en la bioquímica del disco del perro alteran sus propiedades mecánicas y su capacidad de resistencia a las fuerzas axiales. La degeneración de los discos intervertebrales se produce con la edad y se considera un proceso normal de envejecimiento”, explica el doctor Jorge Duarte, veterinario y especialista en Neurología.
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El profesional cuenta que la mielomalacia progresiva como consecuencia de una extrusión discal aguda, puede afectar a un 5-10% de los perros que se presentan con paraplejia sin nocicepción (paralisis con pérdida de la sensibilidad), esta complicación suele aparecer dentro de los 5 días posteriores al inicio del cuadro.
Signos clínicos
El médico Jorge Duarte señala que la presentación clínica depende de la ubicación, grado y gravedad de la lesión discal. “Los signos clínicos pueden variar desde hiperestesia espinal (dolor espinal) hasta disfunción motora o sensitiva severa, originando ataxia (incoordinación durante la marcha) y paresia/paraplejía. Los hallazgos neurológicos dependen de la localización y magnitud de la lesión”.
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La importancia de valorar la severidad de la lesión medular ya que puede influir significativamente en el pronóstico y manejo del paciente, para ello existen diferentes escalas para establecer los diversos grados de lesión medular espinal, ejemplo:
- Grado 1: hiperestesia espinal (dolor).
- Grado 2: paralisis parcial y/o incoordinación durante la marcha.
- Grado 3: paresia no ambulatoria con función urinaria normal.
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- Grado 4: parálisis con o sin incontinencia urinaria.
- Grado 5: parálisis con ausencia de nocicepción e incontinencia urinaria.