La respuesta corta a la pregunta si debemos abrigar a nuestros gatos es NO. En principio, no es necesario abrigar a un gato. El pelaje de los gatos es un excelente aislante térmico que los protege de las bajas temperaturas.
Además, estos animales tienen la capacidad de regular su temperatura corporal, buscando lugares cálidos y acurrucándose para mantener el calor.
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Aunque no requieran un abrigo especial, hay algunas cosas que podemos hacer para asegurarnos de que nuestros gatos estén cómodos durante los días fríos:
1. Proporcionar un lugar cálido y seguro a gato
Es importante que nuestro gato tenga un lugar cálido donde pueda dormir y resguardarse del viento y la lluvia. Esto puede ser una caseta para gatos, una cama cálida o un espacio interior de la casa.
También podemos proteger las ventanas y puertas para evitar corrientes de aire frío.
2. Controlar la alimentación
Cuando hace frío, nuestros gatos necesitan más energía para mantener su temperatura corporal. Por lo tanto, es importante asegurarnos de que estén comiendo bien y proporcionarles una dieta equilibrada y nutritiva.
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3. Vigilar los cambios de comportamiento
Si notamos que nuestro gato está temblando, inactivo o se acurruca en un lugar diferente al habitual, puede que esté incómodo por el frío.
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En este caso, es mejor que lo llevemos al veterinario para descartar cualquier problema de salud.